Opinión

La catedral-mezquita de Córdoba

En un afán de hablar para la galería, con un populismo fácil, tal vez se olvida acudir a la historia y sostener ideas con contenidos. Esto está aconteciendo con la catedral-mezquita de Córdoba y el intento de borrar de ella a la Iglesia Católica. Y muchos leen la noticia y la dan por buena. Pero hace falta volver a la Historia. El Cabildo cordobés así lo ha hecho en una reciente publicación ilustrando a quienes quieran ser objetivos con la historia en la mano. La mezquita fue construida sobre las ruinas del templo cristiano más importante que había en esta ciudad andaluza: la basílica de San Vicente. Se destruyó la basílica cristiana para hacer la mezquita, una obra cumbre y Patrimonio de la Humanidad, declarado por la Unesco, de arte musulmán.

Más de dos siglos estuvo en pie este gran templo dedicado al culto católico que hizo las veces de sede episcopal del obispo Osio, gran amigo del emperador Constantino. Fue construido entre los siglos VI y VIII. Luego, 75 años después de la invasión musulmana, los cristianos del norte de España recordaron la basílica de San Vicente Mártir hasta el siglo XI, con Alfonso VI y la reina que fue a Córdoba a dar a luz y bautizar a su hijo en esa basílica cristiana. Olvidado durante siglos, tras la reconquista, en 1236, tampoco se recuperó su memoria, porque ya no se tenía conocimiento de ella.

El 19 de julio del 711 es la batalla de Guadalupe, y la derrota de don Rodrigo y las tropas cristianas dejaron paso a los bereberes. Sin embargo, la basílica de San Vicente aún estuvo en pie unas cuantas décadas, las que pasaron hasta que Rahmán I fijó su residencia en la ciudad, y entre el 756 y 785 comenzó a construirse la mezquita. Hasta esa fecha, la basílica era compartida por cristianos y musulmanes, pero Rahmán I decidió entonces la compra de su parte a cambio de dinero y la autorización para reedificar algunas de las iglesias que se habían demolido durante la invasión. Es así como Rahmán I ordenó derribar la basílica de San Vicente y levantar sobre sus ruinas la gran mezquita utilizando incluso los materiales del templo cristiano para su construcción, especialmente fustes, capiteles o, incluso, las mesas del altar.

Como vemos, la basílica fue arrasada y su existencia cayó en el olvido hasta el siglo XIX, con la traducción de las crónicas hispano-musulmanas que aparecieron durante la conquista francesa del norte de África. Estos textos hablan de la entrada de los musulmanes en Córdoba y de los tratos hechos para el establecimiento de una mezquita en la basílica de San Vicente, asegura el hoy archivero del Cabildo. Basándose en los textos de Alfonso VI, el arquitecto español Félix Hernández, durante la II República pretendió recuperar la memoria de la antigua basílica, consiguiendo recuperar una parte. En la Guerra Civil se descubrió la parte de Rahman I, pero la autoridad militar amenazó a Félix Hernández diciéndole que o lo tapaba o acababa con él. Tuvo que taparlas y sin tiempo para levantar planos de lo excavado. Por eso es imposible conocer el tamaño exacto, aunque se sabe que fue grande porque en el patio aparecieron restos de los edificios administrativos de la antigua basílica.

Algunos de esos capiteles y fustes que reutilizó Rahmán I para la construcción de su templo islámico en el 786, e incluso el mosaico original de la basílica cristiana, están hoy expuestos en Córdoba como relato de aquella primera página histórica del actual edificio de la mezquita. Una página oculta y enterrada durante muchos siglos que es necesario sacar a la luz por bien de la Historia.

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