Opinión

Doscientos años después

Ayer celebrábamos la fiesta de San Juan Bosco (16/8/1815 – 31/1/1888) y este año con un motivo muy especial: el próximo 16 de agosto se cumplirán los doscientos años de su nacimiento. Bicentenario que culmina la visita de sus reliquias, conservadas en Turín, estos últimos años a todas las casas salesianas del mundo. Figura excepcional de la que nos sentimos orgullosos cuantos pretendemos seguir su alegría y concepto de santidad emanado del patrón de la Familia Salesiana, San Francisco de Sales. Su vida tuvo grandes vivencias: la felicidad en un hogar rico en afectos; lleno de dolor por la muerte del padre; la valentía de una madre; deudas, decisiones, el hambre de 1816; el sentido de Dios de Margarita... Todo le marcó para hacer de él persona abierta a su tiempo y con los pies en la realidad cotidiana.

El artículo 40 de las Constituciones vigentes de los Salesianos afirma: "Don Bosco vivió una típica experiencia pastoral en su primer oratorio, que para los jóvenes fue casa que acoge, parroquia que evangeliza, escuela que encamina hacia la vida, y patio donde se comparte la amistad y la alegría". Esta es su meta e ilusión.Los Salesianos fueron fundados el 18 de diciembre de 1859 en Turín contando entonces con 17 miembros. El primer salesiano laico ingresó el 22 de febrero de 1860 y la Iglesia aprobó la nueva Congregación el 23 de julio de 1864 y reconoció oficialmente sus Constituciones y Reglamentos el 3 de abril de 1874.

Una efemérides, este año, que pone de manifiesto su vitalidad en los cinco continentes. Con prestigio refrendado por una pléyade de salesianos que llegaron a los altares y un buen grupo que está. Santos de la vida diaria y mártires que bañaron con su sangre el testimonio en los más variados lugares. Ahí radica la fuerza del santo que supo llevar su espiritualidad a las calles, a las aulas y también a las misiones. Hasta fue capaz de profetizar grandes eventos como el nacimiento de la ciudad de Brasilia que hoy, en buena lógica, le tiene por patrón. Como el aeropuerto de Maiquetía en Caracas luce su figura, y la Pampa se honra con el beato Ceferino Namuncurá.

Son hechos los oratorios salesianos, como lo son la interminable lista de imprentas y hasta la actividad circense, que le tiene por patrón, y la unidad italiana que debe a él su mediación. Realidades el sin fin de colegios que ahora, fuera de Europa, cada día van a más atraídos por la alegría que brotaba del santo turinés. Como son únicos sus sueños explicados a sus alumnos y muchos de ellos proféticos.

Y todo comenzó con aquel niño, Bartolomé Garelli, que unicamente sabía silbar pero que para Don Bosco era suficiente. Desde aquel día, vísperas de la Inmaculada, lo salesiano se ha extendido y bien estará hacer balance en el Bicentenario. Cuando Don Bosco muere en 1888 había 773 salesianos y 276 novicios. En 1910 ya eran 4.001 los salesianos hasta llegar a 1967, cuando alcanzó mayor número, con 22.810, pasando a 15.573 en el 2012. Los sacerdotes salesianos eran 11.591 en 1974. Las parroquias llegaron a 1832 en 2012. Hoy están presentes en 132 países con un total de 2.442 salesianos religiosos. La mayor presencia salesiana se da en India, Italia, España, Polonia, Brasil y Argentina. Jesuitas, Salesianos y Franciscanos son las mayores comunidades religiosas de la Iglesia.

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