Opinión

Doscientos años

Tal día como hoy nacía San Juan Bosco hace doscientos años. Celebramos con gran alegría este bicentenario al que se ha sumado también el Papa recientemente en Turín y de lo que ya hemos hablado aqui. La efemérides se lo merece y por ello a lo largo del año hemos aludido a esta fecha varias veces. Para la Familia Salesiana, pero también para el mundo, para los jóvenes, para la educación, para las artes gráficas, para el teatro y los espectáculos circenses...para tantos campos impulsados por el santo de Turín.

Era Juan Melchor Bosco Occhiena (16.08.1815-31.01.1888). Fundó la Familia Salesiana: Congregación Salesiana, Asociación de Mª Auxiliadora, Cooperadores, Antiguos Alumnos, Boletín Salesiano, Oratorio, Hijas de Mª Auxiliadora, el Sistema Preventivo, promovió la imprenta y numerosas obras para la juventud. La Familia Salesiana es hoy uno de los grupos católicos más numerosos del mundo con obras en 130 naciones. Fue muy cercano al Papa Pío IX, y promotor de la Unidad Italiana, tras la pérdida de los Estados Pontificios.

Su prestigio le valió el respeto de las autoridades civiles y religiosas y una notable fama dentro y fuera de Italia y sus obras fueron requeridas por jefes de estado y autoridades eclesiásticas. Fue un visionario de su tiempo con sus numerosos y célebres sueños que predijeron grandes acontecimientos como la creación de Brasilia, que hoy le tiene por patrón o el sueño de las Dos Columnas. Pio XI le canonizó el 1.04.1934, 46 años después de su muerte y Juan Pablo II lo declaró "Padre, Maestro y Amigo de los Jóvenes" Vivió en un siglo de profundas transformaciones como consecuencia de la Revolución francesa, con la revolución industrial, el materialismo y un nuevo concepto de democracia.

Dos hechos marcaron su vida desde el comienzo. Primero su madre, Margarita, de férreo carácter, sólida devoción e intensa fidelidad a su familia. Formó a sus tres hijos en medio de pobreza, disciplina y devoción. Ella tuvo que afrontar la educación de Antonio, hijo de su esposo Francisco y de su primera esposa. Con la muerte de Francisco el niño había quedado huérfano de padre y madre y Margarita lo acogió como a un hijo y le dio la prioridad de hijo primogénito. Antonio era huraño oponiéndose a Juan, hermano menor.

Otro hecho que marcó su vida fue el sueño de 1825 cuando tenía nueve años:
"¡Me acompañó toda mi vida! Me pareció estar cerca de casa, en un gran patio de escuela. Muchos muchachos y algunos decían malas palabras, Me lancé golpeándoles y entonces apareció un Personaje y me dijo: "No con puños, sino con amabilidad los vencerás". ¿Quién me estaba pidiendo a hacer algo imposible? Él me respondió: "Yo soy el Hijo de Aquella a quien tu madre te enseñó a saludar tres veces al día. Mi Nombre pregúntaselo a mi Madre". De repente apareció una Mujer de majestuosa presencia. El me llevó hacia ella y me tomó de la mano. Todos los niños desaparecieron y vi todo tipo de animales: perros, gatos, osos, lobos. Ella me dijo: "Hazte humilde, fuerte y robusto y lo que ves que sucede a estos animales, lo tendrás que hacer con mis hijos". No entendí nada y pregunté que me lo explicara. Ella me dijo: "A su tiempo lo comprenderás todo".

Los sueños marcan la vida de Don Bosco y han sido motivo de estudios desde su tiempo. Al narrarlos a sus muchachos, Don Bosco les decía sólo aquello que era mejor para ellos, ya que esta era la intención de Aquel que le daba esas misteriosas revelaciones.

Te puede interesar