Opinión

El egoísmo

Ya lo decía san Pablo, aquí y ahora “unusquisque quae sua sunt”, cada uno va a lo suyo sin importarle nada lo que le ocurre al de nuestro lado, al vecino. Somos miembros de un mundo mayoritariamente egoístas y de aquí vienen las guerras y los constantes enfrentamientos a los que estamos asistiendo. Se está gastando y desgastando el papa para paralizar las guerras, pero ni caso le hacen en pro de la paz.

Nuestra sociedad está cada vez más egoísta. Todo el mundo va a una velocidad de vértigo. Falta tiempo para todo y sobre todo para pararse y escuchar al que va a nuestro lado que muchas veces necesita nuestra ayuda. Se necesita tiempo para conversar, saber escuchar. Muchos hijos se van perdiendo en la droga y otros vicios porque existen algunos padres que prefieren llegar a casa, conectar la televisión y dejar que sus hijos “no molesten” y se dediquen a manejar las redes sociales, que muchas veces lo que nos ofrecen no es totalmente bueno.

Recuerdo un ejemplo de un padre al que sus hijos esperaban para que, al llegar a casa, les ayudase en el estudio y la tele quedaba para otro momento. Como existen muchos matrimonios que, durante las comidas y cenas, ni permiten conectar ninguna red. Cuando los padres “carecen” de tiempo para dedicárselo a sus hijos en un diálogo formativo, ellos estarán ansiosos de salir cuanto antes a la calle para disfrutar con sus amistades o ir a algún lugar de ocio a pasarlo bien sin importarle las aulas que van a tener mañana. Acaso algunos padres olvidan algo básico: “Hijos sois y padres seréis”

Acabamos de celebrar elecciones en Galicia y a todos sin excepción se nos ha atiborrado de infinitos mensajes que muchas veces ellos mismos saben que es imposible cumplirlos. Pues bien, yo me pregunto si en los hogares se han entablado diálogos que esclarezcan a las generaciones jóvenes los contenidos de las distintas campañas publicitarias. Al mundo y sobre todo a las jóvenes generaciones se las forma con contenidos serios y bien explicados. A voces y en medio de griterío que aturde, lo único que se consigue es la confusión mayoritaria.

Los resultados electorales reflejan un sentir. Pero con todos los respetos, lo que nunca se puede permitir es esa serie de insultos durante la campaña y los mutuos desprecios que a veces se han visto. Esta es una imagen errónea de la política. Porque dan la impresión de que es una lucha entre enemigos y eso nunca, en democracia. Está muy bien y es lógico que cada candidato exponga su manera de pensar, pero nunca hiriendo al contrincante como a veces hemos visto. ¿Qué conclusión pueden sacar los jóvenes viendo este panorama? ¿Es ésta la política? Después nos quejaremos del concepto negativo que sobre ella están sacando algunos que nos hace recordar al griego Aristófanes.

Bien creo que es necesaria una regeneración democrática para que el mundo del futuro deje de ver la democracia como algo malo, ya que , bien entendida, no es así. Ya recordamos la célebre frase de que la democracia es el menos malo de los sistemas democráticos.

Pasaron estas elecciones y es de esperar que se aprenda la lección para las próximas que están al borde de la esquina y para lo que es urgente una profunda enseñanza de lo que son unas elecciones que tanto costó en conseguirlas.

Y volvemos al comienzo dejando al egoísmo a un lado y las rencillas ideológicas sepámoslas compartir con cordura y buen tino si queremos que se solidifique cada vez más el sistema.

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