Opinión

Los jóvenes de este papa

El impacto que ha causado en Portugal la visita del papa Francisco con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud tardará mucho en olvidarse. Los jóvenes se han movido como nunca y han vibrado de una manera grandiosa. 

En esa semana era prácticamente imposible moverse por las calles de la capital portuguesa. Un espíritu que se transmitió a todo el país, que respondió de una manera espectacular con cantos y bailes por todas partes.

La labor del obispo Américo Aguiar, ahora nombrado Cardenal, ha sido un verdadero maratón estando presente en todas partes. Y ha tenido el gran acierto de colocar eventos en la mayor parte de la ciudad y alrededores comprometiendo a los vecinos de todas partes. Por otra parte los peregrinos han sido, en general, magníficamente acogidos teniendo en cuenta el espíritu juvenil desbordante por todas las partes de la ciudad.

Los peregrinos dejaron su sello en los lugares por los que iban pasando y esto fue creando ambiente. En Lisboa existieron unos cuantos lugares para diversos actos y que siempre se vieron desbordados de gente, de jóvenes, con una alegría incontenible y contagiosa. Así el Parque Eduardo VII, Algés, Parque del Tajo, Cascais…

Sin ser exagerados podemos afirmar que en ess semana se han movido alrededor de dos millones de jóvenes entre unos lugares y otros. Colegios, centros parroquiales y hogares familiares se brindaron sin condiciones para acoger a los jóvenes que llegaron desde más de cien países.

Al final de la tarde, el papa Francisco tuvo el primer gran encuentro con los jóvenes de la JMJ de Lisboa. Hubo vivas, cantos, palmas, emoción, mucha alegría. Pero hubo aún más. Otros sin inscribirse en las JMJ se dirigían al Parque del Marqués de Pombal para ver y oír al papa. Y su mensaje fue uno: Todos cuentan en la iglesia. Todos tienen un nombre y un rostro. 

Repitió el papa varias veces: “A todos, todos, todos, Dios nos llama a cada uno por su nombre”. Y en otro momento afirmó :“Nos ama como somos o como quisiéramos ser”.

A lo que una juventud enfervorizada respondió: “La juventud del papa está aquí”, “a los ojos de Dios somos hijos preciosos”, “Dios hizo una obra prima única en cada uno de nosotros”. 

Como el tema lo requiere volveremos a hablar más veces sobre esta JMJ que ha marcado a Portugal y sobre todo a Lisboa.

Te puede interesar