Opinión

Jóvenes que fueron a Lisboa

Cuatro jóvenes artistas de Uruguay y Argentina son protagonistas de las pequeñas historias de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa. Jorge Marcos vio su sueño superado cuando le propusieron cantar delante de Francisco. El papa pagó los pasajes de Andrés y Braian Niko va buscando el lugar donde Dios quiere que esté. Las JMJ son pequeñas grandes historias, y Lisboa ha tenido las suyas. 

Marcos Agüero es un joven uruguayo que se está formando en el mundo de la música. Nunca había acudido a ninguna JMJ; tiene 24 años y probó suerte para participar en alguno de los múltiples conciertos que se iban a organizar. Tras enviar su correo, recibió una primera respuesta afirmativa. “¡Oh Dios!, gracias por cumplir mi sueño”, fue lo que pensó, pero, como él dice: “Dios me dio una bofetada y me dijo: ‘Yo decido lo que voy a darte”. A los pocos días recibió un nuevo email que le convocaba a una reunión por Zoom. En esa reunión le comunicaron que tres serían los conciertos en los que participaría. Pero eso no era todo, la gran sorpresa sería que interpretaría un tema que se iba a cantar en portugués, inglés y español, y él sería la voz hispana. Cantaría a la llegada del papa a la Vigilia junto a un joven portugués y una chica australiana. Marcos no cabía en sí de gozo: “Me pasé todo el rato mirando al papa, que lo tenía a pocos metros”. 

 El rap llevó a Lisboa y a Roma a Andrés y Braian. Son argentinos y muy buenos en el arte urbano del rap. Andrés quería viajar a la JMJ, y su amigo Braian le quería ayudar, pero ninguno tenía dinero para los pasajes. El papa Francisco tuvo conocimiento de su buen hacer artístico y de su deseo de participar en la JMJ. Así que no solo hizo su sueño realidad, sino que el pasaje incluía una posterior escala en Roma. El director espiritual de Andrés les propuso que grabaran un video con un rap dedicado al papa y se lo enviaran, expresando su deseo de ir a la JMJ. Alguien hizo llegar el video a Francisco y este apostó por ellos. El profesor de filosofía y líder de la banda Filocalia, el argentino Pancho, fue el responsable de que estos jóvenes recalaran también en Cantabria, en el encuentro organizado por el cantautor Luis Alfredo Díaz, en el monasterio de La Canal, antes de su viaje a Roma. 

Niko es otro gran virtuoso de la guitarra, cuyo pasado se enmarca en una familia atea y en una etapa de su vida dando tumbos, pero Dios se cruzó en su camino y le puso los medios para recuperarse y empezar una nueva vida. 

Además de disfrutar de la gran calidad artística de los asistentes, se pudo gozar de la amistad de unos chavales que han encontrado en la Iglesia su espacio vital y en Dios la respuesta a sus vidas, y eso, aun cuando en Lisboa hayan sido millón y medio, es una rareza encontrar en muchas diócesis casos así. 

Estos ejemplos son algunos de los frutos de las recientes JMJ celebradas en Lisboa en el pasado agosto con gran éxito. Que el gran san Francisco Javier que celebramos hoy les siga iluminando.

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