Opinión

Lo que se omite de Ucrania

Alguien ya lo ha publicado y es cierto. Un comentario muy certero del papa Francisco, cimentado en la realidad, como los comentarios que el pontífice hace ya sea en el avión de regreso de algún viaje o en las audiencias generales. Mensajes que calan profundamente poco a poco en los que lo siguen.

Es el caso que comentó sobre los aviones. Decía que cuando un sacerdote o religioso hace algo malo, los medios de comunicación ponen el tema en primer lugar; pero cuando hacen algo bueno guardan un silencio que da profunda vergüenza. Pocos hemos visto en las noticias ésta sensacional: más de 6.000 sacerdotes y religiosas católicos se han quedado en Ucrania para dar refugio, comida, curar heridos, sostener espiritualmente y administrar sacramentos. 

Algunas personas han ido a confesarse por primera vez para estar preparados para la muerte. Quieren, incluso, confesarse por teléfono; pero el sacerdote no puede hacerlo. Algunos han ido a bautizarse antes de ir a la guerra y hacer su Primera Comunión. Miles han ido a refugiarse a los terrenos de los seminarios de dos ciudades; la Iglesia los acoge y les da de comer, sitio para dormir y asearse y apoyo espiritual. 

Un proyectil alcanzó la residencia del obispo de Járkov pero nadie resultó herido y siguen allí preparando comidas para llevar a dos estaciones de metro cercanas. En la diócesis de Kiev, la capital, los supermercados están vacíos; falta pan y agua; el obispo auxiliar se encarga de enviar lo necesario e, incluso, ayuda a cargar los vehículos con los que se distribuyen. 

En un seminario se han acogido unas 160 mujeres y niños, y dos colegios católicos se han convertido en dormitorios. Los seminaristas y voluntarios los atienden. No lo han visto porque estas noticias no se dan en los noticieros ni en los diarios. Por eso dice el papa que los sacerdotes son como los aviones, sólo son noticia cuando caen…

Es el momento de recordar que la Iglesia también es humana y, junto con sus dones espirituales, aparecen un interminable número de cosas que no siempre son buenas y laudables. Por eso el ejemplo del papa sobre el avión es para tenerlo muy en cuenta. 

Debiéramos tener muy presente la parábola de los talentos para caer en la cuenta de que a cada uno le adornan una serie de virtudes que debemos ejercitar. Son los talentos que Dios da a ca uno para que fructifiquen para bien de todos. Enterrarlos sin hacer caso de ellos está muy claramente en contra de aquello del Génesis: “Creced, multiplicaos y dominad la tierra”, que es la misión de todos los creyentes.

En el fondo, es cumplir una frase que un buen amigo siempre repetía: “El mundo es de Dios y se lo alquila a los valientes”. Si no trabajamos ayudando a construir esta casa común e incluso si la destruimos con nuestra desidia vendrá el caos y el cambio climático tan peligroso.

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