Opinión

Ramos, llegó la Semana Santa

Comenzamos hoy la Semana Santa, que este año cae en marzo y esperemos que la lluvia nos deje en paz y nos permita celebrarla con sosiego. Es la semana más importante del año y para ella los cristianos debemos prepararnos durante la Cuaresma, tiempo de ayuno, conversión y penitencia. Todo esto con los tiempos que corremos se ha ido mitigando y las grandes penitencias de otrora han disminuido de tal modo que incluso la abstinencia de comer carne ha ido relajándose.

El mandamiento de la Iglesia lo deja bien claro: ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Iglesia. En este caso sería necesario recordar que la abstinencia es todos los viernes del año (los de Cuaresma son insustituibles) y los del resto del año pueden suplirse por cualquier penitencia u obra buena. Y el ayuno, únicamente dos días en el año: el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.

Y en este domingo del comienzo de la Semana Santa, celebra la Iglesia el de Ramos, que es la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén, y con este acto comienza la celebración de los grandes misterios de la fe cristiana. Con la participación de la piedad popular y la salida a nuestras calles de los célebres pasos, con unas esculturas únicas en toda España.

Las procesiones forman parte de la idiosincrasia del pueblo español, sobre todo en estos días, desde el sur al norte de la península sin excepción. Aquí, en Galicia, sobre todo en el norte: Ferrol y Viveiro. 

Cuando el papa Benedicto XVI celebró en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud, los “pasos” del viacrucis recorrieron en un impresionante silencio las calles de Madrid para terminar aquella noche de recogimiento y oración en torno a la custodia más especial del mundo: la de Enrique de Arfe de la Catedral de Toledo.

Todo este entorno nos lleva a celebrar esta semana en medio del recogimiento y la contemplación, en medio del dolor con Cristo dolorido. La Pasión, muerte y resurrección, de Cristo es tiempo de silencio, de oración y sobre todo de una gran contemplación, a lo que ayuda toda esta serie de representaciones artísticas de los mejores orfebres y escultores.

Por todo ello, está fuera de todo sentido el tratar de vivir esta semana como un tiempo de vacaciones, ocio y diversión. Indicaría muy poco quien lo entendiese así. 

Comienza la Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos, preludio de aquellos días de Pasión que celebraremos sobre todo en el Triduo Sacro. Suena cuando menos a un despropósito pretender hacer esta semana de un tiempo de ocio simplemente. Los cristianos debiéramos serlo todo el año, pero sobre todo demostrarlo en estos días tan sagrados. Esta mañana, desde el parque de San Lázaro, familias enteras con ramos y palmas acompañarán al Cristo de la Borriquilla hasta el templo catedralicio. Un recorrido de fe que debiéramos entenderlo así. Se comienza con cantos festivos para acabar leyendo la Pasión según san Marcos. Cristo entra en Jerusalén humilde, pacífico y como defensor de los pobres.

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