Opinión

Con los votos de un prófugo

Me da la impresión de que la perplejidad invade toda la vida social en España. Ahora parece que el señor residente del Gobierno, don Pedro Sánchez, ha llegado nuevamente a la Moncloa con los votos de nada menos que un prófugo.

Es muy triste todo lo que está pasando en la vida politica, aquí y acullá… cosas incomprensibles que llevan a los ciudadanos a salir a la calle a protestar y que dan la impresión de que de lo que se trata es de mantener en su puesto al socialista. Y, ya verán Vds., esto va a llega más pronto que tarde. Parece que es imposible de parar esta vorágine y afán de poder desmesurado. Por lo menos en Portugal, el primer ministro tuvo la gallardía de dimitir él y su Gobierno. Aquí, eso está lejos. La gente se agarra al sillón con mucha fuerza. Esa es la realidad... cueste lo que cueste. ¿No escucha el presidente el clamor popular en las calles españolas?

Finalmente parece que los de Puigdemont, Junts y el PSOE permitieron que Pedro Sánchez continúe en la Moncloa. Democracia son votos y ahora los tuvo en la investidura. Pero el problema es otro bien distinto. Toda la serie de jaleos habidos y que siguen latentes en Cataluña por el 10 es su santo y seña, que quieren imponer.

 Pues bien, todos somos conscientes de las interminables sesiones del juicio a todos los que de algún modo estaban involucrados en los jaleos de aquellas jornadas. Todos menos Puigdemont, que huyó a Bruselas en el portamaletas de un coche y tuvo que ser procesado en rebeldía. Más aún, la Fiscalía hizo lo posible y España también, para extraditar a España a este señor, que acabó siendo diputado europeo y pasea a sus anchas, acompañado incluso por alguna persona del Gobierno catalán y español por las calles belgas. Mientras, la Fiscalía sigue pidiendo su vuelta a España para ser juzgado igual que sus compañeros. Y ahora resulta que este señor prófugo, que se saltó a la torera todas las leyes, va a ser el que dirija a los españoles. ¡Increíble! Se ha estado riendo de la Justicia española y ahora quiere imponer su ley como si se tratase e un dictador o un mesías y profeta que nos va a salvar. ¿Y consiente, permite y se sirve de él el Gobierno para seguir gobernando? Si esto fuese así estaríamos revelando ante el mundo que aquí la Justicia no existe y que estamos al borde de una acracia o una anarquía insufrible. Por otra parte, tal como se van desarrollando las cosas, estamos dando un tremendo golpe a la democracia y esto, después de lo que ha costado conseguirla, sería una caótica marcha atrás. Porque pese a sostener que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos, estamos viendo que tal como están las cosas ya sea en España o Portugal vamos camino de otros sistemas otrora y siempre vituperados por las personas equilibradas. Esperemos que esto nunca ocurra.

Lo acontecido días pasados en Madrid, incluso con armas de fuego, es de suma gravedad y confiemos en olvidar tanta inútiles reyertas y la cordura reine en el país para bien de todos. Porque los españoles somos en general personas de diálogo y paz, de concordia y entendimiento. Lo demás recuerda a países bien lejanos y a épocas ultrapasadas tiempo ha. 

Todos debiéramos recordar contiendas pasadas en las que muchos ciudadanos murieron vilmente y, mirando al frente, posterguemos tantas inútiles discusiones. Tenemos una Constitución que estamos obligados a cumplir sin andar continuamente cambiando de “sinfonía”. Cambiar continuamente conduce a una incertidumbre que es contraria a la paz permanente. 

Te puede interesar