Opinión

Década Digital 2030: hay luces y sombras

Sede del Real Instituto Elcano, en Madrid.
photo_camera Sede del Real Instituto Elcano, en Madrid.
Solo con una estrategia integral y más colaboración la Unión Europea podrá navegar con éxito hacia un futuro digital próspero y sostenible. España es un ejemplo paradigmático en algunos aspectos.

A comienzos de la década, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, había tenido unas palabras de recuerdo para los grandes exploradores portugueses que, como Enrique el Navegante o Vasco de Gama, partieron del estuario del Tajo para internarse en el océano Atlántico y descubrir un mundo nuevo: “Como ellos, vamos a necesitar no solo una brújula, sino un plan de futuro y altas dosis de determinación y perseverancia”, dijo a propósito de una década decisiva como la Digital 2030. “Un periodo de tiempo en que, para estar a la altura de los retos que nos plantea el futuro, vamos a tener que transformar nuestras competencias tecnológicas, nuestras infraestructuras y nuestros modelos de gobernanza y negocios”, subrayó la política alemana.

En el vertiginoso panorama tecnológico del siglo XXI, la Unión Europea se embarcó en una ambiciosa travesía hacia la Década Digital 2030, una hoja de ruta diseñada para orientar la transformación digital del continente mediante metas específicas y una estrategia bien definida. Tres años después de su presentación, tres investigadores del Real Instituto Elcano, Judith Arnal, Emilio García García y Raquel Jorge Ricart, han realizado una evaluación exhaustiva del progreso alcanzado hasta el momento y de los desafíos que aún acechan en el horizonte digital, con especial atención al caso de España.

El corazón de la Década Digital se compone de cuatro puntos cardinales: talento, infraestructuras digitales seguras y sostenibles, transformación digital del sector privado y digitalización de los servicios públicos. 

España, con una travesía marcada por notables logros en conectividad y digitalización de servicios públicos, ha emergido como un actor destacado en el escenario digital europeo. El despliegue y adopción de la banda ancha fija han catapultado España desde el puesto 14 en 2018 al tercer lugar en 2022 en términos de conectividad, un logro que no pasa inadvertido para la Comisión Europea. Del mismo modo, el reconocimiento a la eficacia del gobierno electrónico y los servicios públicos digitales refuerza la posición de España como un líder en este ámbito.

Sin embargo, el sendero hacia la Década Digital no está exento de desafíos. Aunque España destaca en competencias básicas, el déficit en competencias avanzadas, especialmente en especialistas en tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), plantea interrogantes sobre la capacidad del país para adaptarse a las demandas cambiantes del panorama industrial. La transformación digital del sector privado, aunque en marcha, requiere un impulso adicional, particularmente en la adopción de tecnologías de vanguardia como Big Data, Inteligencia Artificial (IA) y servicios en la nube.

Los investigadores del Instituto Elcano abanderan una coordinación más estrecha a nivel de la UE para alcanzar los objetivos de la Década Digital. La presentación tardía de las hojas de ruta por parte de varios Estados miembros evidencia la falta de sincronización en la implementación de políticas digitales. Se requiere un plan de acción que promueva la capacitación y la colaboración entre el sector público y privado, especialmente en aquellos países rezagados en materia digital. La reforma de la gobernanza digital en el Consejo de la UE y la consolidación de la diplomacia tecnológica son pasos esenciales en este camino.

@J_L_Gomez

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