Opinión

Los grandes grupos pagan pocos impuestos

El presidente Mariano Rajoy anunció este sábado que el Gobierno rebajará el tipo nominal del impuesto de sociedades del 30% al 25%. En realidad, lo único nuevo es el momento elegido, ya que esa medida estaba descontada. En el informe de los sabios contratados por el ministro Montoro, sociedades –el impuesto clave en la caída de los ingresos del Estado durante la crisis- baja desde el 30% actual al 25% primero y después al 20%. Estamos, pues, en la primera fase de una gran operación de Hacienda en la que lo que se plantea es una devaluación fiscal que comprende bajar el IRPF y las cotizaciones sociales en tres puntos, para incentivar el consumo y la creación de empleo, respectivamente, y subir a cambio el IVA y los impuestos indirectos. En definitiva, una reforma hecha a medida de organismos como el Fondo Monetario Internacional o la Comisión Europea, siempre partidarios de subir impuestos como el IVA, entre otras cosas porque son más fáciles de recaudar, pero que tienen el hándicap de que gravan igual a pobres y ricos.

Pero no acaba ahí la cosa. En realidad, las grandes empresas a las que ahora les reducen los impuestos ya no pagan el 30%, porque se benefician de infinidad de incentivos y deducciones fiscales, a menudo meros trucos, pura ingeniería para eludir el pago de impuestos. Tanto es así que la mayoría de las firmas cotizadas del Ibex-35 –léase los grandes bancos y las grandes multinacionales- pagan un impuesto efectivo más próximo al 8% que al 30%.

La irregular tributación de las grandes empresas comprende incluso el recurso a los paraísos fiscales, donde tienen implantación nada menos que 33 de las 35 sociedades que forman el Ibex. El Banco Santander encabeza el ranking de firmas con mayor número de sociedades en paraísos fiscales: 72 en 2011, el doble que en 2009. Le siguen ACS (71), BBVA (43), Repsol YPF (43) y FCC (26).

¿Qué paraísos fiscales eligen? Algunos son comunes a todas las grandes firmas, otros parecen hechos a medida de cada cliente. Delaware, en Estados Unidos, es el principal paraíso fiscal de los empresarios y banqueros españoles, seguido de Holanda, Luxemburgo, Irlanda, Suiza y Hong Kong. Pero hay muchos más.

¿Cómo hacen para no pagar impuestos, aunque ellos le llaman ‘maximizar fiscalmente’, de manera eufemística? Lo más habitual es la creación de filiales en países o ciudades-Estado con un régimen tributario extremadamente favorable. Ni siquiera se trata de firmas relacionadas con su producción industrial en el caso de las empresas o con sus servicios en el caso de los bancos: solo se utilizan para cruzar operaciones financieras de sociedades de cartera o sociedades holding. Estados como España miran para otro lado, mientras ordenan a sus inspectores fiscales que vigilen a autónomos y pymes, a sabiendas de que los trabajadores están casi todos bajo control, ya que el Estado controla informáticamente sus nóminas y sus cuentas bancarias.

¿Estamos hablando de un secreto de Estado? Para nada. Todo esto se hace a la luz del día. Para comprobarlo basta leer el estudio titulado La Responsabilidad Social Corporativa en las memorias anuales de las empresas del Ibex 35, que elabora el Observatorio de la RSC. Ni siquiera se trata de un fenómeno irregular en vías de extinción, sino todo lo contrario: año tras año aumentan las empresas españolas instaladas en paraísos fiscales.

Te puede interesar