Opinión

Los consejos del papa

Hace pocos días, el pasado 28 de julio, salió en La Región una noticia con el siguiente titular: "El papa ofrece diez consejos para conseguir la felicidad". Y los consejos son estos: "Vivir y dejar vivir, jugar, ayudar a otros, cuidar la naturaleza, buscar la paz, respetar a los demás y olvidarse rápido de lo negativo, no dejar de brindarse a los demás, moverse remansadamente, sana cultura del ocio, disfrutar de leer, el arte y los juegos con los niños.

Aparte de este decálogo, aconsejó también ayudar en forma creativa a los jóvenes a conseguir un empleo. En su disertación, el papa Francisco hizo mención a que había leído que había 75 millones de jóvenes de 25 años para abajo desempleados, no obstante añadió que no se fiaba de esta información, por no ser un dato científico. Y he aquí otra recomendación precisa del papa, ejemplarizante, en la que casi sistemáticamente incurren políticos y politicastros que, lejos de aplicar el altruismo, la filantropía "necesitan hablar mal del otro, lo que indica una baja autoestima, es decir, yo me siento tan bajo que en vez de subir, bajo al otro". El perfil de este Sumo Romano Pontífice es el de un papa sencillo, dialogante, simpático, que transmite sus mensajes con bondad extrema, como si de un acto familiar se tratara, acompañado de una infusión de yerba mate. Felicidad ¡oh, la felicidad!, palabra controvertida, ¿en dónde empieza y dónde acaba? Nuestro premio Nobel Jacinto Benavente dijo. "La felicidad no existe en la vida. Sólo existen momentos felices".

Por otra parte, Georg Wilhelm Friedrich Hegel también dejó esta sentencia: "El hombre no ha nacido para ser feliz". Los consejos de Su Santidad son solamente un mensaje para aproximarnos a un bien tan precioso llamado felicidad o, por lo menos, consejos que nos ayuden a limpiar la conciencia. Si estas recomendaciones, estos consejos los hubieran seguido Bácenas, Pujol y una larga retahíla, España sería otra, sin tanta mancha, sin tanta suciedad.

Te puede interesar