Opinión

La pensión de los 
cuatro cafés

Siendo ministro de Trabajo, José Antonio Girón de Velasco (1941-1957), conocido como la cara social de España, se instauraron en España las Mutualidades Laborales que posteriormente fueron eliminadas al crearse el Ministerio de Sanidad y Seguridad Social bajo cuya tutela, al desaparecer el Instituto Nacional de Previsión, surgió el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) que se encargó de la gestión y administración de las prestaciones económicas de la Seguridad Social.

Según datos recientes, España cuenta con 16.357.000 afiliados a la Seguridad Social; 8.315.826 pensionistas y 46.507.000 habitantes, lo que arroja un 17% de pensionistas. Según información de La Región (5 octubre último), el Gobierno prevé gastar 9.446 millones del Fondo de Reserva para el año 2015, lo cual viene sucediendo desde el 2012. Y al paso que vamos, pecando tal vez de pesimista, el hacer frente a la cantidad a que asciende el pago de las pensiones se va a parecer al milagro evangélico de los panes y los peces.

La Constitución española, en su artículo 50, dice así: "Los poderes públicos garantizarán mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas a los ciudadanos durante la tercera edad". En el momento de la redacción la intención era buena pero actualmente sólo se está quedando en una noble declaración de intenciones. ¿Por qué titulo estas letras "La pensión de los cuatro cafés"? Trataré de explicarme. El aumento mensual de la pensión en un 0,25% para el próximo ejercicio, me representa 4,88 euros/mes (811,93 pesetas). El consumo de 4 cafés al precio de 1,10 euros, asciende a 4,40 euros. El aumento ya no da para los 5 cafelitos.

Sin que ello constituya rasgo de altivez, el incremento de mi pensión (que puse como ejemplo) es misérrimo. Y no ignoro que existen pensiones bastante inferiores. No obstante, a nivel individual no nos soluciona nada y el montante nacional podría tener mejor aplicación desviándolo para atenuar otras necesidades. Una ligera reflexión induce a pensar que después de toda una vida laboral con abundancia de jornadas diarias de 10 horas, amén de sábados y domingos por la mañana, hay jubilados de 1ª, 2ª y 3ª división, empleando el símil futbolístico. Como ligera referencia tenemos a los expresidentes del Gobierno (omito la cuantía) compatible con los pingües beneficios como consejeros de las grandes empresas, mientras que a los jubilados, por muy pequeña que sea su pensión, no les es compatible salvo determinadas excepciones, o los complementarios de los altos cargos de la Xunta de Galicia y etcétera y más etcétera. Pues sí, aumento para cuatro cafés. "Que Deus nos dea saúde, pois de cartos non hai pouco que non chegue nin moito que non se acabe".

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