Ya va siendo hora de denominar nuestro viejo puente por su nombre más antiguo, tradicional y correcto, porque al parecer ni el propio Concello sabe cómo ha de ser su denominación oficial. El nombre más antiguo con que sale en la primera documentación escrita era Ponte do Terrón, pero desde al menos 1371 su denominación usual pasó a ser la de Ponte Maior.
Tal denominación, desde luego popular, tenía su razón de ser porque el puente tenía diez arcos y no siete como vemos hoy, pues hacia la parte sur o de la ciudad, siempre había existido la llamada Ponte Pequena, solo con tres arcos, para permitir el paso del ramal artificial del río da Barbaña, cuyas aguas desembocaban temporalmente aguas arriba del puente.
De ahí que al tramo mayor del puente, de siete arcos, se le llamase, por contraposición, Ponte Maior. Y así siguió siendo hasta nuestros días. Todas las restantes denominaciones que se le aplican hoy, Ponte Vella, Ponte Romana, etc., son inventos recientes, a falta de los usos y memoria de los ourensanos que nos han precedido.
