Opinión

Pascua en el Palacio Real

Felipe VI ha defendido el marco de la convivencia y la preservación histórica de España en el discurso pronunciado durante la ceremonia de la Pascua Militar celebrada en el Palacio Real de Madrid, que reunió a la cúpula de los tres ejércitos y además de la Guardia Civil, acto el que asistió la princesa Leonor por primera vez.

Los eslabones que relacionan a los militares con la sociedad son la democracia, la convivencia y la constitución, tal y como señaló el monarca en las palabras dirigidas a los congregados. Además de a las Fuerzas Armadas, se refirió al CNI y al Ministerio de Defensa, allí representados.

El rey construyó la parte central de su alocución pronunciada en el Salón del Trono aludiendo al texto constitucional y los valores que encierra: “La defensa del marco de convivencia democráticamente elegido por los españoles es testimonio vivo de vuestro compromiso con la sociedad, renovando así el compromiso de la Corona con ese camino y con todos los valores, principios y derechos que establece y que desde entonces rigen la vida de todos los españoles”.

Obviamente, la intención del soberano es garantizar el papel de la monarquía, por encima de lo que piensan los independentistas, quienes que cada vez que el rey interviene en sus discursos -como en el reciente de Nochebuena, donde dijo que “un Estado Social y Democrático de Derecho, que ha asegurado nuestra convivencia y que nos ha permitido superar diversas y graves crisis en los últimos años. Esa es la evidente realidad de nuestra historia reciente constitucional”- no tardan en criticar lo que representa el monarca. Y menos mal que el PP enseguida sale a la palestra defendiendo al rey.

Todavía perduran las palabras del discurso del 24 de diciembre pasado: “Por eso, evitar que nunca el germen de la discordia se instale entre nosotros es un deber moral que tenemos todos. Porque no nos lo podemos permitir. Quiero reivindicar la Constitución no solo como valor democrático de presente y de futuro, sino también como instrumento y garantía imprescindible para que la vida de los españoles pueda seguir discurriendo con confianza, con estabilidad”.

Así pues, Felipe VI continúa construyendo el orden, la convivencia, la Constitución, la convivencia y la democracia. Y ahora tiene a su primogénita enarbolando con enorme orgullo que “tuvo el honor de jurar bandera el pasado mes de octubre en la Academia General Militar de Zaragoza, y de pasar así a formar parte de la gran familia militar. Sabemos que, además de la gran exigencia que supone, ha tenido una acogida excelente; y sinceramente os lo agradecemos mucho. Somos conscientes de que la camaradería, la nobleza y la lealtad”.

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