La tradicional recepción anual al Cuerpo Diplomático acreditado en España con motivo del nuevo año, fue ofrecida por los reyes en el Palacio Real. En total, asistieron 126 embajadas residentes en nuestro país y casi 800 consulados, 153 de carrera y más de 600 honorarios. Hay que recordar que otros 49 países están acreditados ante España, pero con residencia en París, Londres, Bruselas o Ginebra, y además hay 42 organismos internacionales tienen sede en España.
Sus majestades fueron recibidos por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Accedieron a la Saleta de Gasparini, donde se realizó el saludo al Cuerpo Diplomático y a altos cargos del Ministerio de Asuntos Exteriores. A continuación se encaminaron al Salón del Trono, donde comenzó el acto con la intervención de monseñor Bernardito Cleopas Auza, nuncio de su santidad el papa, que es tradicionalmente el primer representante del cuerpo diplomático.
El rey pronunció unas palabras donde subrayó que “en 2023 España ha continuado profundizando su compromiso con el multilateralismo como vía para solución de los problemas globales. El año 2024 nos brinda la oportunidad para avanzar hacia unas Naciones Unidas mejor preparadas para responder a los compromisos asumidos y a los retos de nuestros días, como son las nuevas amenazas a la paz”. Felipe VI expresó la condena a “la invasión no provocada, injustificada e injustificable” de Ucrania y reiteró el compromiso de España para lograr “una paz global, justa y duradera” y 2plenamente respetuosa con la Carta de Naciones Unidas”.
La principal ausencia del Cuerpo Diplomático ha sido el embajador ruso. Klimenko presentó sus cartas credenciales ante Felipe VI el pasado mes de abril, sin embargo no lo hizo en la tradicional ceremonia en el Palacio Real, como es habitual, sino en el Palacio de la Zarzuela, y por supuesto, sin anunciar el acto y sin ninguna fotografía. Obviamente, significa un distanciamiento de España hacia Rusia por el conflicto bélico en Ucrania. Recordemos que en la recepción al Cuerpo Diplomático del pasado año tampoco había embajador ruso en Madrid, y tampoco había participado ningún otro representante de dicho país.
En cuanto a otras ausencias, destacó la de los embajadores de países como China y Argelia, quienes aún no han entregado sus cartas credenciales al rey, por lo que no pueden ejercer plenamente su labor diplomática. Y por cierto, la anécdota de la jornada fue, como sucede todos los años, el embajador de Irán, que no dio la mano a la reina por motivos religiosos y se limitó a una leve inclinación, a lo que suponemos ya estarán acostumbrados.
