Opinión

Ana Madriñán Soto

Ana Madriñán Soto
photo_camera Ana Madriñán Soto

Una descripción (en clave de humor) de los diversos especímenes de nuestra “fauna”

La gacela es una especie animal perteneciente al orden de los artiodáctilos, y dentro de este, a la familia bóvida. Este mamífero puede llegar a alcanzar una velocidad de casi 90 kilómetros por hora, justo por debajo del animal más rápido del mundo y uno de sus depredadores principales, el guepardo. La gacela, sin embargo es el mamífero más emblemático desde Galilea y los altos del Golán hasta Negué, el desierto de Judea, los montes de Jerusalén y el mar Muerto. En total se comprenden tres especies de gacela y varias subespecies, algunas compartidas con Palestina y Jordania.

De Ana Madriñán Soto, me cuenta su hija Ana que: Hace unos años, en el colegio de mi hija, nos pidieron una foto navideña delante de un Belén, nosotros no teníamos un Belén puesto (además nos lo habían pedido en noviembre). Sacamos una foto con uno que montamos a prisa y corriendo. Al año siguiente, en noviembre, nos fuimos a Ourense y la abuela había montado un “pedazo de Belén” (para que su nieta pudiera sacarse una foto en condiciones (ese Belén se ha convertido en toda una tradición).

Ana Madriñán, es como la gacela de los altos del Golán, ágil, resuelta, rápida y veloz en tomar decisiones siempre en beneficio de su familia a la que protege incondicionalmente.

Viuda de Javier Docabo, madre de Ana y Paula, abuela de Aroa y Ariana y con su yerno Javier, Ana Madriñán ve pasar los días desde su atalaya de Cudeiro, pensando solo en su familia y sobre todas las cosas entregada al cuidado de su hija Paula, con lo que desde hace muchos años demuestra ser una autentica madre coraje.

Ana Madriñán, es una mujer especial, franca, no soporta el engaño y la mentira, extremadamente activa, exige presencia inmediata cuando llama a la mesa a comer, le gusta el color amarillo, de hecho, su vestido de novia era de ese color y siempre relaciona la música con las personas, Perales le recuerda a su hija Paula y Amaral a su hija Ana.

Su comida preferida son los huevos con patatas fritas, pero no soporta el pepinillo en la ensalada, las tartas las prefiere de crema y si es una San Marcos de la pastelería Milhojas mejor, (jamás de chocolate: ¡Ojo! Que el chocolate le encanta; pero no en las tartas). Ana Madriñán tiene una destreza especial para la artesanía, ganchillar, pintar camisetas, pero sobre todo su jardín y su huerta le sirven para distraerse en su escaso tiempo libre, a mi me recuerda a Isabel en extraordinario, la película que narra la historia de Auggie Pullman, un niño de 10 años que vive en Brooklyn con su madre Isabel (Julia Roberts), su padre Nate (Owen Wilson), su hermana mayor Olivia (Izabela Vidovic) y su perra Daisy. Auggie nació con una enfermedad a la que la medicina la refiere como «disostosis mandibulofacial», y se ha sometido a 27 cirugías diferentes para ver, oler, hablar, oír e incluso lucir mejor. Su madre juega un papel importante en la historia, ya que en cada segundo le demuestra a su pequeño hijo que para que la vida sea única se debe vivir de una manera extraordinaria.

Ana Madriñán Soto
Ana Madriñán Soto

A Ana Madriñán Soto la conozco desde aquel lejano día en que le presenté a mi amigo Javier, desde entonces nuestra amistad ha formado parte esencial de nuestras vidas. Por estas fechas todos los años tomamos juntos un café en su casa y aunque mi amigo ya no está, Ana me enseña su nacimiento navideño y Paula me saluda con sus ojitos pilluelos y llenos de un alegre brillo que solo una madre coraje como Ana Madriñán propicia durante ¡Todos los días del año!

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