Opinión

Tarsila Álvarez Lamas (Chicha)

La Saccharum officinarum, habitualmente conocida como caña de azúcar, caña dulce o simplemente caña, es una  especie  de planta perteneciente a la familia de las  poáceas, diferentes microorganismos asociados a sus raíces y algunos que crecen dentro de los tejidos de la planta, (endófitos) como en el tallo y las hojas, pueden fijar el  nitrógeno  atmosférico, lo que permite su cultivo en muchas zonas sin aporte de abonos nitrogenados. Proveniente del  Sudeste Asiático  y Nueva Guinea, la expansión musulmana supuso la introducción de la planta en territorios donde hasta entonces no se cultivaba. Así llegó al continente europeo, más en concreto a la zona costera entre las ciudades de Málaga , Motril y la zona de Alicante, siendo esta franja la única zona de Europa donde arraigó. Posteriormente los españoles llevaron la planta, primero a las  islas Canarias, y luego a América. Se dice que la primera que se llevó a América fue por Pedro de Atienza, en el  segundo viaje de Colón  a la Isla Española. Así, este cultivo se desarrolló en países como Panamá, El Salvador, Cuba, Guatemala, Honduras, Brasil. etc.

Tarsila Álvarez Lamas (Chicha), que nació en Lobeira un frío mes de Febrero, fue como una señal de que ella sería como el azúcar y que su vida siempre estaría marcada por la dulzura, de su carácter y su empatía con todos los que la conocen y que de forma unánime concluyen en definirla como, la dulce y bondadosa Chicha.

Funcionaria de sanidad durante 44 años es de esas personas que a todos nos gustaría tener como amiga, especialmente benefactora, emplea una gran parte de su tiempo libre en hacer el bien y siempre condicionado al más riguroso de los anonimatos. Felizmente casada con Antonio Calvar (Tonecho), es madre de tres hijos, Monse, Ana y Miguel y abuela de dos nietas, María y Paula, su momento ideal es como el de todos los abuelos, rodearse de su familia y compartir su preciosa y entrañable Lobeira y su veraniego Panxón donde su pasión por el mar y los atardeceres de agosto complementan su eterna y serena dulzura personal.

A Chicha Álvarez le gustan los quesos y será que por que su marido es cazador, no soporta el conejo ni la liebre y aunque su música preferida es la clásica tiene una especial predilección por Pobriña da Tola interpretada por Juan Pardo, lectora habitual, valora la simpatía y la honestidad por lo que desdeña el orgullo y la mentira, tiene la costumbre de consultar los santorales en los calendarios y es un tanto ermitaña por lo que con frecuencia busca estar a su aire.

De su simpatía, una pajarita del precioso palomar de Lobeira me cuenta que de niña y con otras estudiantes de Carmelitas, ellas sabían que había una monja que tenía la costumbre de mear durante la hora de misa, le pusieron un recipiente metálico en el wáter por lo que cuando lo hizo se empezó a oír el ruido en la iglesia provocando la risa de los asistentes.

Chicha Álvarez, me recuerda a Rumbo a Rio , donde Marisol tiene una hermana gemela Mari Luz a la que no conoce y que vive en Río de Janeiro. Ansiosa por conocer a su hermana, Marisol decide vender los muebles de su casa para poder comprar los billetes y junto con su madre se trasladan a Brasil para conocer a la joven. Sin embargo, Marisol se desilusiona al llegar a Río de Janeiro, pues Mari Luz es una chica cursi y engreída, todo lo contrario a ella.

A Tarsila Álvarez Lamas (Chicha) tengo la suerte de conocerla desde hace un montón de años, desde cuando ella y Tonecho eran novios, con ellos y su grandísima familia he tenido el placer de compartir grandes y enormes vivencias, por lo que de su personalidad y simpatía puedo refrendar que Chicha Álvarez Lamas es de esas positivas personas que como el azúcar contribuyen a.. ¡Endulzar la vida!

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