Es cosa de dictaduras tenerlo todo atado y bien atado. Otra cuestión es lo que ocurre cuando el dictador muere. El difunto Franco –ese que ha tenido la humorada de llevar en su camiseta un jugador del Jaén de nacionalidad portuguesa que se ha presentado así en la rueda de prensa posterior a su contratación- supuso que todo quedaba atado y bien atado tras su fallecimiento y se equivocó por fortuna. Lentamente pero con perseverancia, su obra edificada durante casi medio siglo de tiranía, fue demolida hasta quedar reducida a anécdotas como la de este futbolista ignorante. Lo que llama más la atención es que ningún directivo de su nuevo club le advirtiera de la inconveniencia de recordar al personaje.
Desgraciadamente, los despachos donde se gestiona el fútbol tienen mucho de dictadura y sus dirigentes se eternizan en el poder chupando de su garganta como vampiros hasta que se produce un factor externo no bien calculado que especifica la evidencia y fuerza su dimisión. Inmediatamente, el delfín sustituye al dimitido y los cargos de responsabilidad se van ocupando con la técnica de las fichas de dominó, subiendo cada cual un escalón para llenar sucesivamente las vacantes.
Y es que a Blatter le han pillado con el carrito del helado según parece de forma irreversible con lo que no tendrá más remedio que irse a casa. Podrido de millones pero a casa. Por tanto, y siguiendo la regla no escrita pero muy presente en estas instituciones, lo deja todo atado y bien atado para que el ex internacional Platini que tanto nos quiere y a quien tanto queremos, se convierta en sucesor al mando de la Fifa mientras todo apunta a que el único presidente de un organismo futbolístico internacional que no sabe decir “fútbol” –Ángel María Villar pronuncia habitualmente “fúbol” en las raras ocasiones en las que toma el uso de la palabra- sea el nuevo presidente de la Uefa.
De este modo quedaría vacante el puesto de presidente de la Española, un cargo para el que, a buen seguro, habrá bofetadas violentas después de que Villar lleve veinticinco años mamando. Como también es un dictador y además semi analfabeto, procurará que todo quede atado y bien atado. Venturosos prohombres de su tiempo impidieron que Franco se perpetuara, pero en el caso de Blatter, Platini y Villar me temo que lo atado no hay quien lo desanude salvo cortando por lo sano.
