Opinión

Crudo es más actual

E l delirio oriental en el que habita para estas fechas del siglo nuevo nuestra propuesta culinaria ha comenzado a mostrar signos alarmantes que ofrecen a los sujetos que comen –es decir a todos nosotros más o menos refinados, más o menos exigentes, más o menos glotones- la sensación creciente de la renuncia más o menos velada. Como el que más y el que menos tiene en sus pantallas un canal culinario, tiene también más información y más motivos para poder razonar con conocimiento de causa. Llevo algún tiempo siguiendo las evoluciones de los nuevos cocineros gallegos y comienzo a sospechar que en lugar de suponer que alimentan a comensales humanos y con aspecto mesetario por añadidura, suponen que o bien están dando de comer a japoneses muy curtidos en lo suyo o le están poniendo de comer al gato.

La cocina de esta tierra, cuyos productos son de división de honor, nunca ha devorado gambas crudas ni se ha comido una langosta viva abierta en canal y regada con jugo de lima o por lo menos esa no era mi percepción, pero ahora no solo se recomienda sino que se hace, así que, o mucho me equivoco, o en aras de una modernidad rabiosa y debo confesar en mi opinión mal entendida, estamos dejando a un lado los planteamientos que nos han servido lealmente y que son nuestros para cambiarlos por otros que nunca nos han sido propios. A mí, por ejemplo, el pescado crudo a pelo me produce cierta dentera -otra cosa es curado en vinagre o limón-pero incluso los marinados son tan ligeros que apenas llegan para darle un ligero tono rosaceo a un lomo de sardina y yo así, sintiéndolo profundamente no juego entre otras cosas porque no es lo mío. Lo será para los orientales pero a mí me cuesta mucho comerme el pulpo o los calamares crudos y además es que no tengo ninguna gana de hacerlo.

Este hermanamiento con la cocina nipona que se come crudo todo lo que venga del mar sean erizos o sean salmonetes tiene además una última dificultad. A todos los que nos gustan las perolas nos ha dado por hacer sushi en casa, nos hemos comprado el kit de la esterilla y nos ha dado por cocer el arroz abanicándolo. Y además lo ponemos todo perdido y no siempre sale. Estamos tan ridículos…

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