Opinión

Las cosas son así, ¿o no?

Hay que ver para lo que da Mickey Mouse en los laboratorios. Mucho tenemos que deberle a él y a tantos otros pobres animales, sacrificados en beneficio del ser humano. Gracias a ellos, las expectativas regeneradoras de la salud, en todo tipo de posibilidades, se cumplen con el tiempo. Sin embargo, a ese simpático ratoncito que aparece en las cocinas y que es congénere del adorado y aplaudido personaje humanizado por Disney, no se duda en darle escobazos hasta ver su fin. Paradojas del destino. Sin embargo es a él, o a ellos, a quienes se debe un mundo de gratitud, que nunca será reconocida.

Al hilo de lo expuesto, un equipo de científicos de la Universidad de Harvard ha experimentado con los pequeños dientecillos ratoniles y han descubierto que, mediante un pulso de láser, se puede lograr la activación de los dientes en los humanos. O sea que, posiblemente dentro de muy poco, una vez probadas todas las reacciones en el ser pensante, ya no se necesitarán los empastes y otros remedios para la dentadura, ya que por medio de esta aplicación la materia interna recubierta por el esmalte crecerá de modo que los dientes y las muelas seguirán sanos y en condiciones de tirar hasta el momento de cerrar la boca para siempre. El resultado de este esperanzador trabajo ha sido publicado en la revista Science Translational Medicine.

Tampoco hay que olvidar ese prodigio llamado láser que viene siendo según las enciclopedias “(…) amplificación de luz por emisión estimulada de radiación) es un dispositivo que utiliza un efecto de la mecánica cuántica, la emisión inducida o estimulada, para generar un haz de luz coherente de un medio adecuado y con el tamaño, la forma y la pureza controlados”. Otra maravilla debida a las mentes privilegiadas que investigan todo aquello que forma parte de la vida, aunque los legos en tales materias solo puedan hacerse una idea de lo que es, sin llegar a comprender su auténtico significado y su porqué.

Cada día el universo de la ciencia nos sorprende con extraordinarios avances en los que toman parte sufriente los animalitos. A partir de aquí, se podrá comer con seguridad, siempre, claro, que haya que comer. Esperémoslo. De todas formas. las dentaduras se utilizaran bien para masticar o roer, para morder con la boca cerrada, o para cerrarla con una sañosa dentellada.

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