Opinión

Diálogos íntimos

Cuantas veces las personas piensan que están mal, preocupadas porque hablan consigo mismas. Ese hecho despierta temor al considerar que mantener conversaciones tan “íntimas” es el principio de algo no deseado como explicitan determinadas opiniones basadas en el desconocimiento. No es la primera vez que escribo sobre este particular, y las veces que me referí a ello, destaqué cómo los expertos aconsejaban no preocuparse por ello ya que era algo normal. Ahora El Confidencial publica el resumen de un amplio estudio sobre el tema que nos ocupa, y que refrenda lo dicho por los científicos anteriores. Nada tiene de negativo hablar con uno mismo, puesto que es “un ejercicio de la mente ligado a la autopercepción, a la conciencia, y a la memoria”. 

Por lo tanto es algo común que nos caracteriza como especie. Por supuesto no todas las personas sienten su voz clara y conversan mentalmente en soledad, pero otras, la gran mayoría, sí son capaces de llevar a cabo esa simulación del habla. Además, asegura el citado estudio científico que, “no hay gran diferencia entre verbalizar y no verbalizar”. Hablar con uno mismo mentalmente, o en voz alta, es favorable a quien así platica, porque raramente discutirá sus razonamientos, que casi siempre serán prácticos y complacientes. También esta forma de monólogos, diálogos, o desahogos, pueden ayudar a rectificar o refrendar las ideas. Claro que ahora, posiblemente, sea mucho más difícil ese ejercicio maravilloso que hace al individuo repensar, fantasear, planear futuros, estudiar respuestas, clarificar los diferentes asuntos preocupantes, porque el cerebro está tan maltratado con tanta cosa rara, que ya no se sabe de cierto si esa asignatura lo único que proporcionará será la creación de monstruitos. Pero no, la gente es buena. 

El proceso de hablar con uno mismo es similar al que se realiza al pensar en las palabras, o hablar en voz alta, según asegura Hélène Loevenbruck, neurolingüista y jefa del equipo de lenguaje en el Laboratorio de Psicología y Neurocognición del CNRS, instituto nacional de investigación francés. Cuántos charlatanes habrá, mientras otros dejan dormir rasgo tan característico y, digo yo, tan consolador. Estar solo con uno mismo, también ofrece oportunidades de llenar espacios vacíos. Así que ¡fuera complejos y prejuicios! La mente funciona perfectamente.

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