Opinión

Láser y salchichas

Anadie se le escapa que hoy día el láser es un medio insustituible en la industria, la investigación y toda clase de tecnologías. La utilización del láser es ilimitada. Desde la joyería al arte, los métodos de belleza, la ingeniería militar, la creación de nuevos materiales, mediciones, fotografía y arte, o la fusión nuclear controlada. Todo dicho así grosso modo, porque sólo los expertos podrían dar una visión lo más precisa y pormenorizada posible de lo que el láser significa. Luego tendríamos que entenderlo. Hablaba del láser en el arte, y arte es el cine, medio en el que se popularizaron las famosas “espadas láser”, tan bien acogidas por los niños en sus reproducciones realizadas por el mundo del juguete. 

La trilogía de “La guerra de las galaxias” fue clave para que la fantasía se disparase sobre lo que hoy es auténtica realidad. En fin, quiero decir que, mientras actualmente cualquier aspecto de la vida ya alcanza tal grado de sofisticación, todavía hay quien dirime sus diferencias con objetos mucho más al alcance de la mano, como pueden ser las salchichas. Y es que hay determinados artículos que como el láser, también tienen su cabida y utilidad en la cocina, incluso como colgaduras en los comercios de alimentación y no digamos, en los menús caseros. Sí, las salchichas, ese humilde complemento de las patatas y los huevos fritos, imprescindibles en los establecimientos especializados en platos combinados. Y, si se impone la moda, en el campo de batalla.

Ustedes queridos lectores me preguntarán qué tienen que ver las salchichas con las lides. Pues tienen que ver, porque, en un local vegano de la ciudad de Tbilisi, Georgia, un grupo de descerebrados provocaron a los trabajadores que se dedicaban a sus labores culinarias y a los parroquianos que degustaban sus manjares. El caso es que la provocación fue contestada por los provocados que se liaron a golpes de salchicha contra los provocadores sin que al final, provocados y provocantes dejaran de sentir los golpes salchicheros que ambos grupos se dieron y recibieron, queremos entender que con cariño y dedicación, dada la bondad seráfica que hoy día recorre el mundo. Creo que Einstein dijo una vez que la próxima guerra mundial se haría con piedras. Lo ocurrido en Tbilisi, desmiente al sabio. La próxima, si cunde el ejemplo, será a salchichazo limpio. 

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