Opinión

Saber es poder

Una de las cosas más maravillosas de la vida es saber, cuanto más mejor, ya que no es posible saberlo todo. Decía el filósofo y político británico Francis Bacon (1561-1626), que saber es poder. Aunque desgraciadamente, visto lo visto en la actualidad, eso habría que cuestionarlo. Pero digamos que el que sabe, en fin… Lo cierto es que el saber es bonito y muy satisfactorio. ¡Y hay tanto que conocer! Como decía uno, yo cobro por lo que sé, pero si me pagasen por lo que ignoro, no habría dinero en el mundo para abonarme. Y es así. Por eso se siente cierta alegría si de pronto nos enteramos de algo importante, algo que nos abre las puertas al pensamiento y a la reflexión. 

Y hay que estar atentos, porque si nos fijamos bien en todo lo que nos rodea, se hará verdad el dicho “no te acostarás sin saber una cosa más”. Bien, pues hoy la ciencia nos ha dado la oportunidad de aprender algo que quizá muchos sepan, pero que otros desconocen, y es, queridos lectores, que las moscas de la fruta no resisten ver a otra mosca muerta, y quizá por la impresión o la pena, mueren allí mismo, junto a la finada. Lo leemos en digg.com, y este hecho, según la noticia, abre las puertas a profundas investigaciones sobre determinadas conductas y lo que es más importante, la depresión. Sea enhorabuena lo que un insecto tan molesto como se califica a las moscas, pueden, con su comportamiento ante la muerte de un igual, ayudar a una de las plagas más terribles vigentes hoy en día, la ya citada depresión. Qué poco sabemos sobre aquello que está tan cerca. 

Tan cerca, que la mosca que usted sufre, nunca se irá del sitio donde nació. Las moscas no vienen y van, ellas estarán siempre en el entorno en el que la madre puso los huevos. Y en él terminaran su vida. Y es que en este mundo nada sobra. Bueno, no sabemos lo que usted piensa, a lo mejor es lo contrario, si es así, usted opine sin problema. Aún mejor, señala la noticia que este hábito de las moscas puede también desvelar claves en cuanto al envejecimiento humano y otras particularidades que están a la espera de que algo o alguien, descubra su gran riqueza para el bien común. Este no es el aleteo de la bella mariposa que dentro de la teoría del caos puede provocar un tsunami en el otro lado del mundo. Estos son los efectos de una sencilla y simple mosca, al ver el fin de su semejante. 

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