Opinión

La vida sintetizada

Escribe Sergio-Parra, que leer poesía es un entrenamiento magnífico para nuestro entendimiento, porque “si leemos textos de palabras complejas, extrañas, rebuscadas o cuya definición ignoramos desafiamos a nuestro cerebro mucho más que leer en prosa…” Estoy de acuerdo con él. No sólo por ese reto positivo que representa, sino porque la poesía es una de las artes literarias que mejor expone la estética de la belleza sintetizada en la pureza del sentimiento. La poesía es el reflejo de la esencia humana traducido en el verbo; sinfonía que discurre por un cauce íntimo y misterioso, como río ensoñador, límpido espejo que conmueve el espíritu, o mar turbulento, líquido abrasador cuyos arrebatos de fuego lo laceran.

Dados los tiempos, tendencias y gustos actualmente imperantes, ahora la poesía es el reducto en el que los auténticos poetas vuelcan su inspiración en la desesperanza y las musas desfallecen olvidadas por intereses más perentorios, prosaicos y frívolos. Pero la poesía seguirá siendo manjar exquisito de los dioses. Al igual que la música, afina la sensibilidad, educa el espíritu y agiliza la mente.

Durante los dieciséis años en los que tuve abierto el Estudio de Artes Escénicas de Ourense, una de mis mayores prioridades fue la enseñanza de la poesía para pequeños y adultos, y por ende la celebración constante de recitales poéticos. De este modo, niños y mayores, cada uno en su nivel, se avezaban en la riqueza inmensa contenida en sus valores simbólicos, metafóricos, e imágenes literarias, lo que ayudaba de manera decisiva a un mejor desarrollo artístico. El alumno debía de estar presto para penetrar en las claves poéticas y decodificarlas para comprender su sentido, vivirlo y transmitir la vivencia o mensaje.

Porque la poesía es armonía ya que también es el arte del lenguaje que impregna cualquiera de sus géneros, bien se trate del amor, desamor y pasión en sus infinitas variantes, evocación, epopeyas al valor en el combate, lucha por la vida, dolor ante lo irreversible o denuncia social. Ritmo y rima compuestos en pentagramas sin notas que conllevan según sean líricos, dramáticos, didácticos, épicos…, la gravedad, dulzura, llanto, ironía o cinismo en la palabra. Por esto, los clásicos, eran siempre los invitados de honor en nuestras Semanas Teatrales, entre autores diversos en países y temáticas.

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