Opinión

Racismo como enfermedad social

Mira tú por donde, pero gracias al fútbol parece que nuestra sociedad se está concienciando más respecto al racismo y la xenofobia. Los expertos prefieren hablar de víctimas de discriminación étnica y racial que sufren sus consecuencias. Tradicionalmente algunos expertos han identificado a los fondos ultras de los estadios como los viveros de captación de jóvenes por parte de grupos que fomentan el odio y la violencia. Además del exhibicionismo antidemocrático, suelen proclamar la superioridad de la raza blanca, el antisemitismo y la homofobia. Pero veamos algunos ejemplos que no cuadran tanto. 

En el año 2000 Florentino Pérez fue elegido presidente del Real Madrid. Uno de los objetivos que tenía en mente era deshacerse de los Ultras Sur, un grupo de aficionados radicales liderado por individuos de ideología neonazi que causaban múltiples disturbios y, en algunas ocasiones, pretendieron actuar como grupos de presión en determinadas decisiones políticas y deportivas de la institución. Junto a Joan Laporta, presidente del Fútbol Club Barcelona, decidieron cercenar el poder de los grupos radicales, como los Boixos Nois. 

Hace poco tiempo, con motivo del último derbi copero, la delegación del Gobierno en Madrid inició investigaciones por dos hechos condenables: la aparición de un muñeco de Vinicius Jr, delantero del Real Madrid, colgado de un puente cercano a Valdebebas con un cartel que decía “Madrid odia al Real” y unas pancartas en los aledaños del estadio Santiago Bernabéu con una foto de Ana Frank vestida con una camiseta del Frente Atlético y el lema ”Ana Frank es del Atleti”. Rivales en el campo, las Brigadas Blanquiazules del RCD Español, los Boixos Nois, los Ultras Sur y el Frente Atlético son grupos de extrema derecha, y mantienen estrechas relaciones con peñas radicales de otras ciudades y países, como Italia y Argentina.

Parece que el racismo, definido por la Real Academia Española de la Lengua como la creencia que sostiene la superioridad de un grupo étnico sobre los demás, conduciendo a la discriminación y persecución social, va por barrios. 

Mientras Vinicius Jr continúa recibiendo insultos racistas por los estadios españoles, antaño otros futbolistas de color padecieron el mismo calvario en el Bernabéu, como Wilfred, el popular portero nigeriano del Rayo Vallecano en mayo de 1993. Quizás la genialidad deportiva y el peculiar carácter del crack brasileño cabreen a las aficiones rivales, que sin embargo no se ensañan con otros jugadores de color del club blanco, que por cierto, cuenta con un buen grupo de ellos en sus filas. 

Junto a la xenofobia, ese rechazo y odio a los extranjeros e inmigrantes, el racismo alberga múltiples causas entre las que destacan la ignorancia, el miedo y la inseguridad de nuestra sociedad. Hay que ponerles cura.

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