El hígado resulta esencial para el funcionamiento de nuestro organismo. Además de funciones inmunológicas y metabólicas, como la síntesis del colesterol o la albúmina, es el almacén de ciertas sustancias vitales como el glucógeno y determinadas vitaminas, A, D y B12. También se comporta como un órgano depurador de diferentes sustancias tóxicas que circulan por la sangre, eliminando por ejemplo el alcohol etílico y diversos productos de la degradación metabólica. Finalmente segrega la bilis, esencial para la digestión de las grasas procedentes de nuestra alimentación.
Existen múltiples causas capaces de deteriorar el funcionamiento hepático, entre ellas virus como los de las hepatitis A, B y C, el alcohol y el hierro, que provocan esteatosis, cirrosis y hemocromatosis, además de infecciones bacterianas y parasitosis, como la fasciola hepática. Asimismo, el hígado se encuentra afectado en diversas enfermedades congénitas, vasculares y cancerosas, bien como tumores originales o como metástasis.
Hoy vamos a comentar los avances en la lucha contra la hepatitis C, que puede afectarnos desde manera aguda, generalmente asintomática, pero que en los pacientes crónicos provoca cirrosis, insuficiencia hepática, cáncer de hígado y varices esofágicas, patologías que pueden incluso ocasionar la muerte del paciente. Según datos de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (Aehve), en España somos campeones del mundo de hepatitis C, con 165000 casos por millón de habitantes, De ellos, se estima que un 30% desconoce encontrarse infectado, la mayoría entre los 40 y los 69 años. Pero existe un tratamiento eficaz con fármacos antivirales orales de acción directa, capaces de curar la enfermedad en prácticamente todos los casos y sin apenas efectos secundarios. De ahí la importancia de un diagnóstico precoz y eficiente, para tratar estas infecciones y borrarlas del mapa, evitando su propagación. Simplemente recordar que los contagios ocurren al compartir agujas con personas infectadas (consumo de drogas), accidentes por contaminación en trabajadores de la salud, mantener relaciones sexuales sin protección con personas infectadas y en pacientes sometidos a diálisis renal durante mucho tiempo.
Para combatir la hepatitis C, en Galicia se ha puesto en marcha una iniciativa innovadora a nivel mundial, y que podría convertirnos en la primera región de Europa libre de esta patología. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha propuesto una reducción del 90% de las nuevas infecciones antes del 2030, y más del 65% de los fallecimientos respecto a 2015, cuando se introdujeron los tratamientos curativos.
La estrategia de la Consellería de Sanidad se basa en el cribado oportunista etario, es decir, la oferta de la prueba de la hepatitis C automáticamente a toda persona de determinadas edades que tengan que realizarse un análisis de sangre por cualquier otra causa. Este cribado quedaría integrado dentro de la historia clínica electrónica en toda la comunidad gallega. Se ha comenzado el primer año con los usuarios de entre 50 y 59 años, para extenderlo posteriormente al resto de la población diana, entre 40 y 69 años. Las muestras serán analizadas por una técnica especial de PCR denominada pooling. Pues allá vamos.
