Habría que destacar que la voz de Carlos Mena, extraordinariamente acompañado por Susana García de Salazar, es de contratenor. Un registro de voz que no es muy habitual; es más, es posible que parte del público nunca la haya escuchado. Los contratenores son los cantantes masculinos de voz más alta, es decir más aguda. Es un tipo de voz que tras siglos de gloria perdió popularidad durante el periodo clásico, sin embargo con el siglo XX volvió a recuperar importancia.
En este recital nos acercarán a dos mundos que le son muy afines. Comienza el programa con dos de los autores más importantes de la ola de compositores británicos que a lo largo del siglo XX dieron una vitalidad a la música de este país como no había ocurrido desde Haendel. Las primeras son unas canciones de Vaugan Williams sobre textos de Shakespeare que hasta cierto punto nos rememoran la estética de los pintores prerrafaelistas británicos. Después pasan a interpretar dos canciones de Britten sobre textos de Buonarroti -sí, el mismo de la Capilla Sixtina-. Britten utilizó siete sonetos que el artista renacentista florentino escribió en tono íntimo para su compañero y discípulo Tommaso Cavalieri. La última de las canciones, "The Sally Gardens", es una melodía tradicional irlandesa a la que puso texto el poeta irlandés Yeats, y cuyo texto Britten utilizó para componer su canción.
El segundo bloque de compositores engloba algunos de los vascos más interesantes del siglo XX. Canciones ligadas a la tierra, pero mirando al mundo de forma abierta, canciones que destilan un conocimiento de la voz que hunde sus raíces en la larga tradición vocal popular vasca. El último de los compositores, Alberto Iglesias, al que se dedica la segunda parte, ha dedicado gran parte de su carrera a escribir música para cine. Famosas son sus colaboraciones con Pedro Almodóvar, Oliver Stone,…
En resumen un programa de música del siglo XX de estética muy cercana, con canciones de una enorme belleza que Carlos Mena lleva a su máximo esplendor.
