Hace unas semanas en un medio escrito Joaquín Riquelme, viola del Brahms Project, alababa a las orquestas de jóvenes españolas. Riquelme es un ejemplo del papel que han jugado y juegan estas orquestas en el entramado musical europeo; una buena prueba de ello la tenemos bien cerca: la Orquesta Joven de la Sinfónica de Galicia, proyecto dirigido brillantemente desde hace muchos años por el percusionista de la Sinfónica de Galicia Alejandro Sanz, que ha sido y es cantera de talento. Pues bien, Joaquín Riquelme pagaba tributo a la ya inexistente Joven Orquesta de Murcia, donde dio comienzo la excelente trayectoria que le ha llevado a una de las más grandes orquestas del mundo: la Filarmónica de Berlín.
Riquelme es, al igual que sus compañeros del Brahms Project, de esa generación de jóvenes músicos españoles que tuvieron la suerte, y supieron aprovecharla esforzándose, de poder empezar su carrera en una joven orquesta para más adelante salir al mundo a tocar. Hace dos o tres décadas eran pocos los músicos españoles que tocaban en orquestas europeas de primer nivel, ahora hay un número importante y que va a más gracias a estos proyectos para jóvenes. Colomé, Apellaníz, Riquelme y Bagaría son músicos excelentemente preparados, que se compenetran maravillosamente bien y que hacen lecturas frescas, brillantes que están teniendo muy buena acogida (hace menos de tres meses agotaron las 600 entradas del concierto inaugural de la Temporada de Cámara del Auditorio de Barcelona). Buena prueba de ello son la cantidad de conciertos que les están ofreciendo, la difusión de su grabación de Brahms, y el que sus propietarios les hayan cedido en préstamo instrumentos de tal calidad: Riquelme toca una viola Domenico Busan de 1780 y Apellániz un Joseph Gagliano de 1775.
El primer cuarteto que escucharemos fue estrenado en Viena en 1862, es una obra de juventud bien escrita, muy expresiva, e influida por Schumann. El segundo, el opus 60, es obra de un Brahms maduro, con las ideas claras que nos habla en un lenguaje íntimo en que plasma sus emociones.
¡Que disfruten!
