Mientras medio Ourense peregrinaba en la noche del domingo por las calles de nuestra ciudad con la Virgen de Fátima, la Tercera división ponía el punto y final a la temporada. Un 13 de mayo, si. En una primera y rápida reflexión, se me antoja demasiado pronto. Ya se que a la vuelta de la esquina está el Mundial de Rusia, pero tampoco creo que al fútbol gallego le cause tanto problema, me parece a mi. Y sobre todo, no acierto a entender como ahora parán tres meses y durante la temporada les atiborran a partidos. Esta campaña hubo tres encuentros entre semana (que para la Tercera es un crimen), hubo jornadas en Navidad, Semana Santa, festivos y demás. Pero no pasa nada, ahora tienen tiempo de sobra para descansar.
Supongo que no será tan difícil ponerse de acuerdo entre todos para hacer un calendario más acorde. Aunque también hay que reconocer que mucha culpa la tienen los equipos, que al final, son los que mantienen todo este circo, pero que a la hora de tomar decisiones, tienen muy poco que decir. Total, se acabó la temporada y toca empezar a trabajar en la próxima. Pero ya aviso que volverá con los mismos males que esta. Seguro.
