Opinión

¡Qué tiempos aquellos!

Sí: ¡qué tiempos aquellos!

En mi época se vivía de otro modo y los señores, éramos, ante todo, unos señores.

Mi padre era un caballero. Mi madre, no, claro...

A mí lo que más me solivianta de hoy, es ver a la juventud ¡Lo joven que es!...

En mis tiempos la gente nunca era joven. Se nacía, por lo menos, de 20 años para arriba.

En este siglo robar al prójimo es negociar. Ir de juerga, resulta que es alternar. Protestar de todo lo que no se entiende con gesto de asco, se le llama ser intelectual. Morirse de hambre, es ser honrado, y ser decente es ser tonto, pero esto no está de moda. 

¿Saben por qué los pobres viven más tiempo que los ricos? Sencillamente: los pobres viven más tiempo que los ricos porque no tienen donde caerse muertos.

Las parejas de antes echaban sus cuentas peseta a peseta. Las de ahora a boleo: -¡Ingresos, mil doscientos euros; gastos, mil ochocientos! De ahí el auge de las quinielas, primitiva, bonoloto.

¿Saben de que se compone la humanidad? Fácil: de personas solteras, casadas y viudas. Y, según entendidos, el equivalente de las personas solteras es a un huevo fresco; el de las casadas, a un huevo duro y el de las personas viudas a un huevo pasado.

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