Opinión

Esta izquierda

A la izquierda no le está yendo bien. A esta izquierda, a la actual. Durante años la izquierda capitaneada por Felipe González, con Carrillo en segundo plano, transformaron España para bien, aunque es obligado reseñar también el papel que hicieron el centro y la derecha en aquellos tiempos. 

Nadie podrá poner en duda que la izquierda de entonces puso el listón muy alto, transformó la vida de los españoles con importantes cambios sociales y estructurales y abrió las puertas más influyentes del escenario internacional. Sin embargo la izquierda que tiene al PSOE de Sánchez y a Sumar como principales siglas, deja mucho que desear, y la prueba es que los sondeos indican lo que indican; y no es una apreciación, sino un dato, que altos cargos socialistas andan ya a la búsqueda de nuevo empleo. 

Feijóo tendrá puntos fuertes y débiles, como todo el mundo, pero su figura destaca entre otras cosas por la falta de confianza en su alternativa. El declive del PSOE se inició con Zapatero -irrepetible su discurso sobre el infinito ante un público estupefacto- y ha llegado a su punto máximo de descrédito con Sánchez, que presume de cambios sociales rompedores, y lo que ha conseguido es dividir a la sociedad con iniciativas que se han cargado la historia de los movimientos más valientes que se dieron en el siglo XX. Muchos de ellos promovidos por destacadas figuras del socialismo, que sentirían ira ante las posiciones extremas de algunas de las leyes redactadas por un gobierno que exhibe una falsa defensa de la igualdad.

La izquierda de Sánchez la ha devaluada él mismo con unos socios de los que abomina el socialismo actual, la socialdemocracia. Gobernar con Podemos ha sido un disparate, como él mismo advertía antes de firmar su documento de coalición con Pablo Iglesias. Hacer suyas las reivindicaciones de los independentistas, de Bildu y de varios partidos minoritarios, trasnochados y rebeldes, han convertido a la izquierda española en un magma de insensateces en el que es imposible oír las voces, que las hay, ante el griterío mayoritario.

Esa izquierda actual tira piedras contra el PP, al que identifica con Vox. Veremos qué ocurre con Vox, porque efectivamente se han producido pactos en algunos gobiernos regionales y alcaldías -también ha habido en alcaldías pactos entre el PSOE y Vox, pero de momento Feijóo insiste en que no quiere gobernar con Vox, y si puede intentará no hacerlo. Para ello necesitaría algún apoyo de partidos que se echan las manos a la cabeza pensando en ministros de Vox, pero no tienden la mano a Feijóo para evitarlo. Y no se han echado la mano a la cabeza ante disparatados ministros a los que Sánchez ha aceptado porque su única obsesión es no perder la Moncloa.

Los sondeos indican que el rechazo a la izquierda actual es mayoritario. Se comprende. En los últimos años hemos andado escasos de gestos de izquierdistas que pensaran en España y en los españoles.

Te puede interesar