Opinión

Luna del castor y del ciervo combativo

La luna llena está en camino de ofrecernos otro de sus espectáculos. Ese reflejo de la luz del sol a la tierra con la totalidad de su cara visible, nos permite observarla en su totalidad circular y con una gran luminosidad. Esta mirada al cielo aporta más de un motivo para tener en estado de enamoramiento al presidente Sánchez. Se encuentra fundido con una de las fases más potentes dentro del calendario lunar, ese que habla de la asociación con el cierre de etapas, de finales y mucho que ver con las liberaciones.

En luna llena el satélite natural de la Tierra es cuando más brilla y, por ende, es cuando su energía está en máximo apogeo. Los astrólogos consideran que es el momento perfecto para hacer rituales con los que atraer la suerte, el amor o llamar al dinero y al éxito. El hombre del Palacio de la Moncloa rejuvenece para hacer efectivo el verso del Romancero Gitano, en recuerdo del granadino Federico García Lorca: “El niño la mira mira. El niño la está mirando”.

Sabedor de la carga energética de atraer aquello que desea con todas las fuerzas suponemos que el nuevo Sánchez pide legislatura completa. Existen diferentes maneras de hacerlo: escribiéndolo en una hoja de papel, invocándolo en voz alta, manifestándolo o simplemente creyendo en que todo puede suceder poniendo todas las energías en ello. Experimenta la alegría de saber que ayudarán los 22 apóstoles del Consejo de Ministros, ahora con una cuarta vicepresidenta; y de que también lo harán el presidente Pumpido del Tribunal Constitucional, los responsables en el Consejo de Estado, en el Tribunal de Cuentas, en la Fiscalía General del Estado, el Centro de Investigaciones Sociológicas del señor Tezanos (CIS), la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia, Correos, Indra, CSIC… y un largo etcétera, como suele decirse.

A la falta de gestores la nueva gobernación llega con más perfil político, conjunto que seguirá en la luna sin bajar a la realidad del día a día de los ciudadanos. Se avecina un ejército muy pendiente de acabar con toda amenaza, ahora con Podemos en la oposición. Ejercerán como castores con la habilidad de construir represas y modificar el entorno. Estos roedores semiacuáticos son famosos por su frenética actividad dedicando el talento a alterar el paisaje, y lo hacen de tal manera que no tienen quien les supere en el mundo animal. Cuando encuentran sitios propicios, los castores cavan sus madrigueras en las orillas de ríos y lagos. Pero también transforman otros hábitats, que son menos favorables, mediante la imposición de diques. Sus fuertes dientes y potentes mandíbulas derriban los árboles que obstaculizan. Llegan a formar grandes estructuras de troncos, ramas y barro, paran la corriente y dan lugar a campos y bosques en zonas de estanques. Las casas de los castores tienen forma de cúpula y suelen ubicarse estratégicamente en medio de las aguas. Para acceder a ellas solo se puede a través de entradas subterráneas. 

La luna llena de este mes es la del castor y llega el lunes 27. El nombre responde al periodo en el que estos animales concluyen sus muros de contención contra el agua. Se conoce también como la Luna del Ciervo Combativo, procedente de las tribus indias de Estados Unidos, Dakota y Lakota. En este caso por ser la época en la que los ciervos macho combaten para ganar el territorio y pavonearse frente a las ciervas. Ninguno se libra de la influencia lunar.

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