Opinión

Prensa rosa y memorias de políticos

La Navidad y su especialidad en reencuentros ha dispuesto como vendedores de libros al expresidente francés Sarkozy y al presidente Sánchez. El exministro de Fomento con Zapatero, Pepe Blanco, podría haberles indicado estrategias de venta como experto de corredor de enciclopedias, porque en estos casos los pigmentos que realzan el alma, con elegancia o con brío, están para uso exclusivo de comerciar ejemplares. Por si fuera poca la casualidad de salir los dos trabajos en la misma semana también lo es que se trate de memorias. Los presidentes siempre tienen qué decir del país que les ha tocado gobernar, las bibliotecas están llenas de volúmenes con nombre propio y flaquean en tomos que supongan corregir errores para beneficio futuro de los pueblos. 

Sánchez y Sarkozy no se conocen y cada uno presenta avales de batalla personal para reivindicar que su obra es motivo de lazo para regalo de pascua. 

El marido de Carla Bruni ha escrito cada una de las casi 600 páginas de sus segundas memorias tituladas “Los años de las luchas”. Siete euros más caro que el del presidente Sánchez. El presidenciable Pedro lo firma pero está escrito por pluma ajena y no llega a la mitad de hojas. El dicho “caballo grande ande o no ande”, influye al potencial cliente y más si es sabedor de que el gobernante de la república francesa ha escrito 36 libros, es avezado con la pluma y lo es también con la palabra y el pensamiento.

Los libros de memorias escritos por políticos, o mejor dicho firmados por ellos, se caracterizan por la autoalabanza , la exaltación de hechos y por la justificación de errores; pero son tirón para las editoriales que saben del éxito de una portada con famoso mimado por photoshop.

La prensa del corazón hace tiempo que forma parte de la Constitución no escrita de España. Fluye por nuestro ordenamiento sanguíneo como río que Adolfo Suárez puso en práctica navegando por la revista Hola en aquel 1977, luciendo sin cigarro -cosa rara-, por los jardines de la Moncloa junto a su mujer, Amparo Illana. En la portada se titulaba: “El triunfo de un político con buena imagen”. Se refería tanto a su cara pintona de galán del NODO como al prestigio y clamor popular que le exhalaba el pueblo. De eso a que tuviese como presentador de su libro a Jorge Javier Vázquez va un largo camino sensacionalista al grito de “Sálvame”. 

Avanzamos en prensa rosa y a golpe de reality show, de serie que quiso ser del domicilio familiar de los Sánchez-Gómez en La Moncloa. La curiosidad sigue provocando venta y tiempos vendrán que se cocine calendario para sumar votos con las hijas del presidente, el vestidor Sánchez, la peluquera de Yolanda Díaz y los amores de juventud, y sin tanta juventud, de los 22 ministeriales y qué decir de la presidenta madrileña, soltera pero prometida, o el alcalde de Madrid, a punto de casarse con una familiar de los reyes de España. Escudriñamos e indagamos y en esa parcela, de doble cara, los políticos siguen aprendiendo de la demanda sensacionalista del pueblo, pueblo que sabe que las noticias son imprecisas y que, se publicitan las basadas en rumores o especulaciones. 

El título del expresidente Suárez “La concordia fue posible” ha quedado inscrito en su tumba de Ávila. Al presidente Sánchez el título de su primer libro, “Manual de resistencia”, confirmó sus raíces. El presentado esta semana como “Tierra firme” puede barajarse de epitafio.

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