Opinión

Aclaración urgente sobre las obras del AVE

Sigue siendo válido aquello de que una imagen vale más que mil palabras y echo de menos, cuando leo en la prensa noticias sobre estructuras, que no vayan acompañadas del esquema correspondiente. Por fin, desde ADIF, me enviaron el plano que les había pedido de las obras previstas para la adecuación del trazado actual al del futuro AVE desde Taboadela, de haberlo tenido antes, mi artículo de la semana pasada sobre el tema, hubiera sido distinto.

 Tengo que reconocer mi error, y pido disculpas por ello, porque siempre partí del supuesto, por lo que se ve equivocado, de que los dos trazados, el del nuevo AVE y el actual, confluían en la denominada recta de Seixalvo, a unos seis kilómetros de Tabodela, esto no me lo inventé yo, lo vi en un antiguo plano en el que se aprovechaba esta recta del trazado actual de unos tres kilómetros, desde la que partiría esa proyectada e inverosímil variante exterior al vacío que al final es lo que ha motivado el retraso de todo este proyecto ya que, viendo donde terminan las actuales obras del AVE, en las cercanías de Taboadela, se puede comprobar fácilmente que, si virtualmente continuamos su trayectoria, digamos natural, hubiera llegado directamente, ( son menos de diez kilómetros) hasta las proximidades de la estación de San Francisco, donde confluiría con el trazado actual. 

Creo que no llega a catorce kilómetros la distancia que hay, por el que podríamos convenir en denominar trazado natural, lógico, sensato, o algo así, entre la estación de Ourense-Empalme y el punto en que finalizan las actuales obras del AVE, en las cercanías de Taboadela. Si tenemos en cuenta que el tren Alvia que circula todos los días por el complicado trazado actual, a la lenta velocidad que le permiten esas múltiples y cerradas curvas, que además alargan bastante el recorrido, tarda once minutos en llegar a ese punto, es fácil deducir que, suprimiendo ese lento y sinuoso trazado, el AVE cubriría esa distancia en, poco más o menos, cuatro minutos. En resumen, espero no equivocarme otra vez, pero creo que con esos 103 millones presupuestados para esta obra provisional de adecuación de los dos trazados, estaría ya el AVE en la estación Ourense-Empalme. 

Pero ya que las cosas están así, vamos a ser positivos y aprovechemos esta obra que permite la circulación del AVE y del tren actual por el mismo trazado (seguiría insistiendo en la conveniencia de soterrar las vías en la zona urbana próxima a San Francisco aunque solo sea por el desarrollo de la ciudad) sin descartar que en un futuro pueda ser rentable un servicio de cercanías que evite la congestión del intenso tráfico en esa zona industrial y sea una alternativa para los desplazamientos por carretera, utilizando las estaciones y diferentes instalaciones ferroviarias ahora prácticamente abandonadas. 

Da la sensación de que algunos proyectos ferroviarios estuvieran afectados por un extraño síndrome que hace que el recorrido por el que van a circular los trenes se vea incrementado considerablemente en lugar de acortarlo siguiendo las leyes naturales de la distancia entre dos puntos. Hace unos días leía también en La Región que el ingeniero Xosé Carlos Fernandez Díaz había presentado ante el Foro Económico de Galicia su proyecto del ferrocarril directo entre Ourense y Vigo que reducía a 82 kilómetros el recorrido entre ambas ciudades frente a los 114 kilómetros que hay por la variante, otra, de Cerdedo. No soy ingeniero, y menos de ferrocarriles, tal vez ya lo habrán notado, pero a simple vista creo que si andamos menos trayecto, el viaje se hace más rápido, no sé si me explico. 

Por otro lado, y tal vez también por no ser especialista, creo que a estas alturas de las comunicaciones y de los automatismos cuando ya hasta los coches pueden frenar solos, no creo que sea necesaria una doble vía para unas frecuencias de seis o siete trenes al día.

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