Opinión

Intelectuales o fanáticos

Con motivo de las últimas elecciones, 180 personalidades del mundo de la “intelectualidad” de izquierdas, obviamente, faltaría más, cuyos nombres no voy a citar pero que están en la mente de todos -son los de siempre-, han firmado un manifiesto dándonos instrucciones para que los ciudadanos de este país supiéramos lo que teníamos que hacer a la hora de emitir nuestro voto en las elecciones generales del pasado domingo 23.

El documento comienza así.

“A las urnas las ciudadanas y los ciudadanos”. Se nota que son de izquierdas porque recalcan lo de las y los, o los y las, tanto monta, no sea que las excluyéramos, no sé hasta dónde van a llegar los ultra genéricos. El manifiesto sigue manifestándose:

“Las próximas elecciones generales del 23 de Julio son especialmente decisivas. Es evidente que estamos en medio de una ofensiva conservadora con derivas ultra derechistas, tanto en España como en otros muchos países de Europa” .

Por si teníamos alguna duda, nos aclaran: “El apogeo de la derecha significa un retroceso en los derechos sociales y civiles”. Si gana la izquierda, “seguir consolidando y avanzando en el Estado social y democrático de derecho”. Si gana la derecha, “retroceder con políticas regresivas”. 

Esto de dar consejos mediante proclamas, discursos, manifiestos o sermones, a los que tenemos una cierta, ¿o incierta? edad, no podemos evitar que nos traiga recuerdos de otros discursos, edictos, arengas o sentencias que nos vimos obligados a escuchar en otros tiempos y a otros personajes que defendían con grandes dosis de fanatismo sus ideas, avisándonos de lo que nos podría ocurrir fuera de sus ideales, políticas, religiones o sectas.

A diferencia de los animales irracionales que se buscan la vida de una forma independiente, aunque algunas veces trabajen en equipo (nunca los veremos pidiendo una limosna a la salida de una iglesia, por mucha necesidad que tengan) los humanos vivimos siempre a costa de nuestros vecinos; vendiéndole o comprándole, construyendo su casa o proporcionándole su comida, ayudándole, enseñándole, curándole, divirtiéndole, asesorándole o defendiéndole o atacándole. 

Muchos de estos famosos firmantes de este manifiesto han logrado su éxito y alcanzado altas cotas de bienestar personal gracias a que muchos de esos once millones de ciudadanos, (se me olvidaba, y ciudadanas) no han seguido sus consejos, pero han comprado sus libros, emocionándose con sus canciones y viendo sus películas y programas.

Ya sé que estas iniciativas son siempre cosa de los más exaltados que van presionando y dando la vara al personal para que firme sus ocurrencias, pero hay que ser muy osado, muy creído y tener muy poco respeto para esos millones de personas que les dan de comer, para atreverse a dar consejos de este tipo.

¿Es que ahora también es de izquierdas hacer proselitismo? 

No estaría de más que hicieran otro documento pidiendo disculpas por apropiarse en exclusiva de términos como cultura, progreso, derechos sociales, avances y cosas por el estilo. Ya solo falta que le llamen gilipollas a esos once millones de españoles, ¡ah! y españolas, que no les han hecho caso.

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