Opinión

Las obras del AVE en Ourense

La presidenta de ADIF, Isabel Pardo de Vera, nos informaba hace unos días en el Foro de La Región, de la marcha de las obras del AVE, al tiempo que nos confirmaba que este esperado tren llegaría a nuestra ciudad a finales del próximo año 2019 cubriendo el recorrido desde Madrid en poco más de dos horas, aprovechando, de una forma provisional, el trazado actual desde Taboadela, mediante la incorporación a la actual estructura ferroviaria, de un tercer carril para hacer compatible su utilización con los trenes actuales que, como sabemos, tienen diferente ancho de vía respecto a los de alta velocidad.

Se lamentaba la señora Pardo de Vera que estos trece o catorce kilómetros de vía única por el sinuoso trazado actual, podrían ser un obstáculo para el tráfico ferroviario, pero que era la única forma de que el tren llegara a nuestra ciudad en el plazo previsto. Lo que ha sido una pena es no haber continuado las obras del AVE desde Taboadela, donde ahora finalizan, hasta las proximidades de la estación de San Francisco, directamente, casi una recta, que sería el lugar ideal para haber instalado el intercambiador que se está construyendo en Taboadela, de esta forma, el recorrido por la vía única quedaría reducido a unos tres kilómetros que es la distancia entre la estación de San Francisco y la del Empalme, al mismo tiempo que se evitaría ese tramo de diez kilómetros lleno de curvas del actual trazado. 

Como se suele decir; una imagen vale más que mil palabras, y al ver un mapa de esta zona, llego a dudar de que el que yo estoy observando sea el mismo mapa que están viendo los que proyectaron otro camino. Una vez que llegue el tren, aunque sea en pruebas, se podrá ver fácilmente que es la forma de hacerlo más lógica, natural, rápida y económica, incluso, ecológica, ya no digamos si suprimimos esas famosos doce curvas del trazado actual a su paso por el polígono de San Ciprián, Barreiros, Seixalvo, etc.

Lo que no parece que tenga mucho sentido es que, si estamos llegando a la estación de San Francisco, que es lo mismo que decir que ya estamos en Ourense, nos vayamos de excursión por Oira o Velle, con grandes túneles y viaductos por medio, para llegar a la estación Empalme. Aunque solo sea para un caso de emergencia, no debiéramos desperdiciar la estación de San Francisco. Se comprobará también que, en contra de lo que algunos agoreros sostenían, sirven para el AVE, el túnel y el viaducto, desde el que podremos seguir disfrutando de una de las mejores panorámicas que desde un tren podamos contemplar en la vida, si creen que exagero, vean lo que puedan contemplar en su ventanilla desde Madrid, Segovia, Zamora, etc. Esto, los de márketing saben valorarlo, los demás que consulten.

Ahora bien, si tenemos comprometida una inversión de 475 millones, aunque sea para una obra perfectamente prescindible, no debemos renunciar a ella, incluso dentro del ámbito ferroviario, no me digan que no sería más rentable destinarla a la muy necesaria conexión con un tren rápido, veloz o como quieran llamarle, a Vigo, por ejemplo.

Aquí también, faltaría más, existen varios proyectos, compitiendo entre ellos a ver por donde se hacen más kilómetros, mezclando como siempre, los intereses de los unos, con las necesidades de los otros, olvidando una vez más que, en la mayoría de los casos, el mejor camino entre dos puntos es el más corto y que, aún sabiendo que no hay atajo sin trabajo, el trazado directo desde Ourense a Vigo es como en la carretera, pasando por Porriño, conectando aquí con el corredor, cada vez con más pasajeros, hacia el norte de Portugal – Oporto, creo que sería el más adecuado.

Te puede interesar