Opinión

Rectifico: Desconexión parcial

Sí, rectifico con la mayor urgencia el título del artículo de la semana pasada: “Desconexión total” y lo hago porque un buen amigo me envió un whatsapp corrigiéndome y en cierto modo, echándome una bronca, porque él se siente muy conectado e identificado con sus líderes políticos a los que sigue y vota fielmente desde hace muchos años por lo que no estaba de acuerdo en absoluto con ese distanciamiento que yo presumía, entre la clase política y los ciudadanos.

Pues bien, rectifico, reconozco que esto de generalizar no es correcto, nunca es correcto, pero es lo que estamos acostumbrados a escuchar todos los días, sobre todo en nuestro Parlamento, cuando un nacionalista convencido, que apenas tiene un cinco por ciento de seguidores, habla en nombre de todos los catalanes, asturianos o de todos los gallegos, arrogándose una representación que nunca ha tenido ni tendrá. Un fanático apóstol de una religión determinada, está convencido de que todos nos vamos a condenar si no seguimos sus mandamientos, o cuando nuestra paisana, la iluminada Yolanda Diaz, nos pronostica que nos vamos a ir todos al carajo, excepto los muy riquísimos que se puedan escapar en un cohete espacial, supongo que a la Luna, que es lo que tenemos más cerca. 

No entiendo como estas declaraciones de nuestra Yolanda, si es que son ciertas, porque ahora ya ni se sabe, han causado tanto revuelo, porque esto de los viajes al espacio es muy antiguo, no tenemos más que recordar aquella vieja canción de los Topolino: “Mi casita de papel”... “Qué felices seremos los dos/ Y que dulces los besos serán/ Pasaremos la noche en la Luna/ Viviendo en mi casita de papel”. Lo que no nos aclaraba la canción es si esta pareja de enamorados lunares eran riquísimos, lo que sí parece es que eran “riquiños”. Eran otros tiempos más románticos en los que los enamorados tenían más hijos, aunque no tuvieran dinero.

En fin, ya no sé, si nos iremos al carajo, lo que sí parece más evidente es el hecho de que la locura y la imbecilidad, no sé en que orden, avanzan a pasos agigantados, viendo que un cura católico con novia oficial, seguía subiéndose al púlpito y predicando tranquilamente a sus feligreses, o un exaltado bocazas puede sustituir en el estrado a un presidente en funciones en una sesión de investidura.

Si hay algún remedio contra esta deriva irresponsable que inevitablemente, nos llevará al precipicio, es la de reconocer el error o los errores y rectificar lo antes posible, por lo que cambio de opinión, que está tan de moda, y admito que hay ciudadanos que sí están conectados e identificados con sus representantes políticos, por lo que creo que será más acertado decir que la desconexión no es total, dejémosla en que es una desconexión parcial.

Pero creo que es un error consagrarse a un partido, o a una persona, como si de una secta o religión se tratara, habrá que elegir, en todo momento, a la persona adecuada, de la misma forma que un entrenador de un equipo de fútbol elige al jugador o jugadora que ese día esté más en forma y pueda marcar goles.

 El problema que tenemos en este preciso momento en las Españas, es que a este entrenador, por una serie de circunstancias, le obligaron a meter en su equipo unos jugadores que, en cualquier momento, están dispuestos a meter un gol en propia puerta porque lo que ellos pretenden, es destruir al equipo.

Pero lo superaremos. Seguro 

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