Opinión

Berlanga

Hay quien parece que todavía no se ha enterado que los tiempos han cambiado y aún no se han sacudido el pelo de la dehesa y siguen anclados en prácticas y comportamientos propios de años pretéritos que ahora son sancionados no solo por horteras, sino porque también son denigrantes para las mujeres. Que en los palcos del estadio de Son Moix donde juega el Mallorca aparecieran unas “gogós”, nombre ya en desuso salvo para los casposos añorantes, bailando entre los asistentes a los palcos VIPs, da idea del dislate. Que traten de comparar a esa bailarina con las cheerleaders que bailan en los partidos de baloncesto estadounidense para todo el público no sirve sino para agravar la comparación, aunque esa práctica tampoco estuviera mal que desapareciera. Mujeres, comida, bebida, puros y negocios en los palcos de un estadio de fútbol: la escopeta nacional.

Te puede interesar