Opinión

Tres clásicos y una novedad

En el hundimiento del pesquero ruso "Oleg Naydenov" se asiste a un déjà vu que nos hace recordar uno de los peores desastres medioambientales sufridos por España. Primero, el barco ha sido alejado de las costa y de haber estado más cerca se podrían minimizar los riesgos del vertido. Segundo, un técnico ha vuelto a hablar de los hilillos de plastilina cuando se solidifique el fuel. Tercero, parece que después del desastre del "Prestige" todavía no hay un protocolo de actuación para saber qué hacer con un barco que se puede hundir con los tanques llenos de fuel. La novedad es que la ministra de Fomento, Ana Pastor, no estaba de cacería y, con rapidez, se ha puesto al frente de las labores de coordinación de las labores de seguimiento del siniestro.

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