Opinión

Cuestión de fe

El banco HSBC ha ofrecido sus “más sinceras disculpas” por las actividades de su filial suiza que ha ayudado a los evasores registrados en la lista Falciani, ¿Es lo mismo que pedir perdón? ¿Acompañarán el acto de contrición del propósito de la enmienda? ¿Puede garantizar el HSBC, que ya no presta ayuda a los defraudadores? El HSBC pone a los ciudadanos e incluso a las autoridades fiscales ante una cuestión de fe: ¿se puede creer a los bancos que se escudan en el secreto bancario? ¿Acaso no están los bancos detrás de una gran parte del origen de la crisis y de la corrupción? ¿Habrá que esperar a otro Falciani, dentro de unos años, para saber si sus disculpas eran sinceras, o es un paripé mientras tapan los agu- jeros de seguridad? 

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