Un exsoldado británico muerto hace varios años ha tenido la última victoria a través de la decisión de un juez que ha avalado sus disposiciones testamentarias en las que dejaba su herencia de medio millón de libras en efectivo a uno de sus varios nietos, mientras que el resto recibía 50 libras, unos 58 euros. El motivo, que solo el recompensado acudía a verle al hospital cuando ingresaba, mientras que los otros se olvidaban de él. Es frecuente el caso de los nietos que dejan de ir a ver a los abuelos cuando dejan de recibir la paga semanal o cuando sus ocupaciones les llevan tanto tiempo que no son capaces de sacar un rato para hacerles una visita, olvidando el cariño que recibieron. No se trata de ponerse moralista ni de llamar la atención sobre la necesidad de que los mayores no sean olvidados por sus familiares más cercanos, ni tan siquiera pensar que las buenas acciones tienen su recompensa, sino que nadie puede pretender tener el mismo trato cuando se tienen comportamientos distintos.
