El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, lo ha vuelto a hacer. Es decir, ha hecho lo mismo que todos sus predecesores: advertir que la subida de los salarios es perjudicial para la marcha de la economía, o más bien de las empresas. En este caso el gobernador ha alertado sobre la subida del Salario Mínimo Interprofesional que de salir adelante los Presupuestos Generales del Estado pactados por el Gobierno y Podemos se elevaría hasta los 900 euros mensuales.
Según Hernández de Cos ese incremento afectaría al empleo de los jóvenes y mayores con menor formación, que tienen una productividad por debajo de la media, no por su responsabilidad, claro. La cuestión entonces es saber cómo se hará el trabajo que ahora realizan los que reciben salarios menores. O si cerrarán las empresas por tener que pagar más. En ese caso los perjudicados serán los trabajadores, sí, pero sobre todos los empresarios.
En fin, si el Banco de España prestara tanta atención a la actuación de los bancos como al salario de los trabajadores nos habríamos ahorrado todos muchos problemas.
