En un país con más de un veinte por ciento de su PIB en la economía sumergida es lógico que cualquier medida de recorte o de ampliación de la recaudación comience por la lucha contra el fraude. Los responsables de la cuestión han dicho que van a empezar por los artistas y los deportistas. Con lo cual es posible que se vuelvan a repetir actuaciones famosas como la de la difunta Lola Flores pidiendo un duro a todos los españoles para arreglar las cuentas con el fisco. Pero se sabe que la bolsa de mayor fraude está en las empresas que defraudan el impuesto de sociedades. Es un misterio por qué Hacienda persigue lo pequeño y deja pasar lo más grande.
