Opinión

’El corazón’ cambia de rumbo

La retirada de ’¡Aquí hay tomate!’, el buque insignia de Tele 5, y de ’Channel nº 4’ -anunciada para el próximo día 22-, viene a corroborar una tendencia a la baja de los magacines del corazón. No de todos, pero si de aquéllos cuyos contenidos rozan el mal gusto, el griterío y lo que es peor, ’el todo vale’, con tal de quitarle una décima de ’share’ al resto de las cadenas.


Dicho esto, quizá ha llegado la hora de analizar las razones de esta bajada de audiencia de programas que contaron hasta no hace mucho con el favor y el fervor del público.


Pienso, quizá me equivoque, que la causa principal de este abandono ha sido, en primer lugar, el exceso de programas dedicados al mundo del corazón o de las vísceras, que ocupaban la parrilla de la mañana a la noche. Bastaba que un magacín cualquiera tuviera éxito, o un éxito relativo, para que los programadores del resto de las cadenas se afanasen en imitarles, lo que en modo alguno garantizaba el seguimiento del público.


Es indudable que en estos años ha faltado imaginación e inventiva por parte de quienes tienen la obligación de crear y no copiar. Pero la tentación era mucha si tenemos en cuenta que se convirtieron en el becerro de oro por su bajo coste, mínimo esfuerzo, y la aparición de personajes, sin oficio ni beneficio, capaces de vender su alma al diablo con tal de ganarse unos cuantos duros, lo que desvirtuó un género periodístico tan digno como cualquier otro.


Y a las pruebas me remito: Hubo un momento en que la mayoría de los tertulianos salían de esa factoría llamada ’Gran Hermano’, contra los que no tengo nada, salvo su falta de pudor, de preparación, y su predisposición a hacer cualquier cosa, cualquiera, con tal de permanecer en pantalla.


Sería bueno repasar los archivos de programas como ’A tú lado’, para comprobar hasta qué punto el periodismo dejó de serlo para convertirse en espectáculo. O de ’¡Aquí hay tomate!’, que comenzó siendo un programa ameno, divertido, irónico, fresco, para convertirse en azote de famosos o seudofamosos. Hasta su presentador Jorge Javier ha cambiado tanto en estos años, que no parece el mismo, por eso creo que el mayor beneficiado de la retirada del programa será él. No así los colaboradores que se han quedado sin trabajo.


Otra de las razones por las que pienso que ha disminuido el interés del público es por la aparición de otros formatos nuevos, que se alimentan de los antiguos. Tal es el caso de ’Sé lo que hicisteis’, de laSexta, en el que se ríen de todo lo que se hace o dice en el resto de las cadenas. No es muy ético montar un programa con el material de lo que se critica, pero el mercado marca las pautas a seguir y a la gente le gusta.


Mezclar sucesos con crónica rosa es algo que ya se hizo a principio de los noventa con ’A toda página’, de Antena 3, que se hace en los periódicos y en las emisoras de radio, y funciona porque todos estos géneros forman parte de la vida cotidiana y del periodismo puro y duro. De manera que no hay que rasgarse las vestiduras porque caigan un par de programas, como antes cayeron otros. Lo importante sería que sabiendo lo que saben los programadores a día de hoy, inventasen fórmulas nuevas de divertimento.


La televisión es espectáculo, pero también es información, y la información no se puede desvirtuar a placer y sólo porque aumenten los índices de audiencia. No hay periodismo de primera ni de segunda, hay periodismo bien hecho y mal hecho, nada más y nada menos.

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