Opinión

El sociólogo tezanos

La ciencia social que se encarga del análisis científico de la sociedad humana o población le llamamos Sociología. De manera sucinta se puede decir que estudia la sociedad humana, a los grupos y las relaciones que forman la sociedad. Estamos hablando de la ciencia que utiliza metodologías de investigación interdisciplinares para el análisis e interpretación, etc. Yo no conozco, Neme tampoco, a un sociólogo tan mentado en todo el Estado español, y parte del extranjero, como José Félix Tezanos Tortajada, un rudo cántabro de indisoluble cepa ideológica, nacido en la difícil década –conocida como “del hambre”- que, aparte de sociólogo de cabecera de lo más granado de una Administración, su biografía se encarga de completar que es escritor, profesor, político y, cómo no, presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Un ¡top!, como se dice ahora. Y a tener en consideración que ha desempeñado la cátedra de Sociología en la USC (Universidad de Santiago de Compostela). Aunque, por lo que le tenemos acostumbrado escuchar, nada aprendió de su paso por Galicia, ni por la USC, ni por la cátedra. 

Tetazos Tortajada es un sociólogo de calcetín. ¡Sí!, de calcetín, por donde se visten los pantalones los hombres y adquirir el que valor que se le supone. Quizá le dé por asentir que frágil es el recuerdo de los beneficios, tenaz el de las injurias. No se inmuta ante sus propias mentiras, y cuando dice una verdad se sonroja ante la falta de costumbre. Un sociólogo todo terreno, válido para un roto como para un descosido, que está siempre en el candelero, no siendo ajeno a la polémica, pero que no le afecta por su estado permanente de inmunización a la causa. Es por ello que cuando “El PP pide cesar a Tezanos por sembrar dudas sobre el 18F”, la exclamación común fue: ¿qué ha hecho ahora? Pregunta típica y tópica, cuando hay antecedentes de desbarre palabrero, instalado en el progresismo mediático para obedecer a la voz de su amo. ¡Pues eso! ¿De quién es el CIS?

Argumentar, como hacen algunos, que Tezanos es el gurú de cabecera del presidente del Gobierno es mucho decir, elevarlo demasiado a los altares, pero la realidad es la que es. Un personaje vulgar de ciencia limitada debido a su partidismo servil, pese a tener currículum. Que la victoria sin paliativos del PP el 18F le conduzca a lenguaje tabernario, a tópicos casposos, como que esa victoria ha sido gracias a las “gratificaciones económicas extraordinarias a las mariscadoras y a las monjitas que han organizado el voto de sus asilados e internos”. ¡Albricias pan de Madagascar! No resulta fácil que la prensa británica recoja noticias o informaciones españolas; en esta ocasión la explicación torticera de Tezanos Tortajada sobre la gestión política de monjas y mariscadoras, dichas a medida para el regocijo del “amo político, Pedro Sánchez”, llegaron raudas a la prensa británica. ¿Acaso por decir idioteces no se merece un salario público, como el que tiene, acorde a su expansión noticiera? 

Al menos Tito Livio tenía, para las situaciones en las que se veía en apuros, su estrategia comedida en el argumentario y fuerte en el proceder, al decir que “cuando la situación es adversa y la esperanza poca, las determinaciones drásticas son las más seguras”. No eran determinaciones ajenas. Pero para quién toma “la política como el paraíso de los charlatanes” y “el mentir para medrar ya que es uso de la razón del estado de servir”, todo vale. Para Tezanos Tortajada la palabra es libre, la acción muda, la obediencia ciega (F. Schiller). Por eso sigue, el sanchismo lo necesita.

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