El titular de La Región no pasa desapercibido: “Los centenarios se disparan un 44% en menos de tres años, de 250 a 361, y con un crecimiento constante”. ¿Quieren que les diga algo?: No es lo que hagan, es la herencia que dejan. Y al respecto del contenido del titular, constato que nunca se habló tanto, hubo preocupación y se investigó, como en estos últimos tiempos. Cada vez somos más, con lo cual tenemos más fuerza para reivindicar no sólo vivir más tiempo, sino también con mejor calidad de vida. Aunque es verdad que sobre la marcha tenemos que corregir serias deficiencias, ya que si los datos de la Fundación Adecco nos dicen que casi la mitad de las personas que están trabajando o lo buscan en España, un 48% tiene 45 años o más; hace una década, los senior por encima de esta edad suponían un 36%. Con esta tendencia, en 2030 supondrán el 60% de la población activa.
Me derivan por wasap un vídeo que anda rulando por las redes, en el que una cadena de TV en las calles de Ourense pregunta aleatoriamente a gente, ya entrada en años, por el secreto de la/su longevidad. Y las respuestas son de todo tipo y variopintas: desde vivir en la aldea a hacer lo que uno quiera sin hacer caso a lo que diga la gente; buena dieta y saludable, o decir otra que una alimentación buena más la tranquilidad y disfrutar de la vida llevan a una mayor longevidad.
En Galicia, y sobre todo la provincia Ourense, ya conocida por su longevidad -la Okinawa gallega-, hace casi un año nació Ourensividad, una asociación que no puede encontrar mejor territorio para convertir a Ourense en un laboratorio para estudio de la longevidad, al tiempo que poder aprovechar la promoción de nuestros productos de proximidad, que son complemento importante, junto a los hábitos saludables, para lograr vivir más años y con mejor calidad de vida. Y partimos de la constatación, sabida desde hace tiempo, de que la dieta atlántica, común en Galicia y el norte de Portugal, se encuentra detrás de la longevidad.
¿Y qué secretos aportamos en lo que a dieta se refiere, en una provincia muy rural como Ourense, para que la gente sea más longeva? Además del beneficio que aporta el termalismo, la calidad del aire que se respira por falta de industrias potentes, la ausencia de estrés… Nuestra huerta familiar es fértil en los productos catalogados de proximidad, ya sean las hortalizas, miel, vino en cantidades moderadas, aceite de oliva. ¡Claro que es multifactorial! Y requiere profundizar en el estudio, y ¡además le interesa a todo mortal ser longevo con buena calidad de vida! Teniendo en cuenta también que el medio rural es importante, con un estilo de vida activo, sonreír mucho, todo con el permiso de la genética. Hasta aquí hemos llegado para dispararse los centenarios. Acabo de leer que “la longevidad y el cambio climático son los cambios de paradigma más grandes del siglo XXI”.
Ahora, más modernamente, aparecen los estudios universitarios, que aportan hábitos y comportamientos en beneficio del retraso del envejecimiento. Repasando literatura e información observo cómo el catedrático de Ciencias de la Conducta de Medicina de la Universidad de Oviedo, José A. Flórez, nos indica que “la insatisfacción es una de las claves del envejecimiento prematuro y así prescribe menos medicamentos y más humor, para vivir más y mejor”. Ya ven ustedes, el humor como mecanismo de ralentización del envejecimiento… Y si leo a la gerontóloga Álvarez Basso sé que “una percepción negativa resta años de vida”. Con lo dicho, y ante la inminente campaña electoral, permítanme prescribir, por deformación profesional, a los políticos candidatos en las autonómicas: dieta saludable a base de productos de la huerta -menús longevos-, buen humor y sonreír mucho. Se lo agradecerá su propio cuerpo y los ciudadanos.
