Opinión

En sanidad: ¡No a las ocurrencias!

Cuando Ortega escribió: “O se hace precisión, o se hace literatura, o se calla uno”, a buen seguro que también nos recordaba otra frase suya en la que hacía precisa distinción entre ideas y creencias, al decir que las ideas se tienen y en las creencias se está. Y es que somos muchos los que ante la falta de ideas recurrimos a las creencias, que resultan la mayoría de las veces auténticas ocurrencias. Pero, cuando de sanidad se trata, las ocurrencias debemos obviarlas o dejarlas para literatura, no sólo por la confusión que puede ofrecer sino también por la gravedad que puede ocasionar al prójimo una temática tan sensible. 

Una semana antes de que los titulares de otros tantos periódicos, comenzando por La Región, nos informaban que “Gallegos y vascos piden unidos más facultativos para primaria”, y otros dos medios lo hicieron del siguiente tenor: “Galicia y País Vasco se alían para exigir a Moncloa incrementar los médicos de familia” y uno más encabezaba el titular con “Galicia, País Vasco y Andalucía plantean seis medidas para la atención primaria”, el Grupo Socialista en Ourense solicitaba la “Creación en Ourense da segunda Facultade de Medicina de Galicia”; ¡cuando hay médicos en paro! Que existe paro médico no es una ocurrencia del que escribe. El decano de la Facultad de Medicina de Santiago, ante la pregunta de que faltan médicos, responde: “¡Cómo qué faltan médicos, si tenemos casi ocho mil parados! Faltan algunos especialistas”. La explicación del decano la hago mía, porque es así; hay suficientes facultades de medicina, suficientes titulaciones, pero no hay médicos, ya que el grado de medicina en este momento profesionaliza parcialmente; un graduado puede trabajar en algunas estructuras privadas pero no en la pública, que necesita la residencia. Hay una bolsa de casi ocho mil médicos sin la residencia.

No es cuestión de echar culpa ajena, diluyendo responsabilidades propias -tan visto en política-; se trata de reivindicar allá donde está la responsabilidad de la falta de médicos en condiciones de trabajar en el sistema público; y para esta real posibilidad no existe otra que formar más especialistas en la especialidad que no hay, que es en médicos de Familia, y ello depende única y exclusivamente de la Administración Central, pese a que son las Comunidades Autónomas (CCAA) las que sufragan los costes. También, y se lleva pidiendo hace años, la creación de la especialidad de Urgencias, para evitar el escape de profesionales de Medicina de Familia, que al acabar su formación se van a urgencias por las causa que sean, aunque también aquí habría que incidir… Son problemas comunes a las distintas CCAA, por lo cual las soluciones también lo son y de ahí las alianzas petitorias. 

Y que en momentos de plena y mayor crisis del sistema debido a las vacaciones, el presidente del Gobierno anuncie la conversión de más de sesenta mil plazas de sanitarios interinos en fijos, da a entender que no entiendo en su justa medida el tema. Porque estando muy bien la estabilización y acabar todo lo que se pueda con la precariedad, ese proceso de estabilización ya había sido anunciado por las CCAA, entre ellas la gallega, ya que son las CCAA las que tienen las competencias en la gestión de personal y pagan. Pero no es la solución para lo que se está reivindicando ahora: Médicos en condiciones de cubrir bajas en vacaciones (La Región, 6 de julio) y poder incorporarse al sistema público.

Un problema complejo, de complejidades varias, que no se soluciona con literatura ni ocurrencias oportunas, como la petición de más Facultades de Medicina, sino formando a los médicos que salen de las actuales Facultades y que no se incorporen al paro y puedan hacerlo al sistema. Los mismos que piden, mediante moción: “A creación en Ourense da segunda Facultade de Medicina de Galicia”, argumentan que “na última década Galicia deixou de formar a 150 médicos de Familia, dos que puideron ser solicitadas prazas MIR e non se fixo, perdendo a oportunidade de xerar unha maior bolsa de profesionais para nutrir ao sistema”. Entonces es cuando yo hablo de literatura, ocurrencias… Si se dejó de formar 150 médicos de Familia ¿Para qué se necesitan más facultades?

Te puede interesar