La situación económica está revertiendo en cuanto a la actividad productiva se refiere en España y también en lo que se refiere a la provincia de Ourense. El hecho de que el PIB lleve ya muchos trimestres consecutivos registrando tasas de crecimiento positivas evidencia que nos encontramos en una nueva fase ascendente del ciclo económico.
A su vez, diferentes indicadores económicos adelantados nos anticipan que este ritmo de actividad se pueda mantener en los próximos períodos. Estos indicadores a los que nos referimos son el índice de producción industrial, en el ámbito de los oferta, y el índice de ventas minoristas, de la parte de la demanda.
De sobra es sabido que el sector exterior ha sido una pieza clave en la recuperación económica en la que nuestras empresas han conseguido mejorar su competitividad y, con ello, sus ventas. Ahora que la demanda interna comienza a aparecer en escena, aunque sea tímidamente, esto ayudará a apuntalar definitivamente el crecimiento económico. Aún así, no podemos olvidarnos de cuestiones del ámbito global como la desaceleración económica que están experimentando importantes economías emergentes como China y como esta circunstancia pueda afectar a la economía mundial y también a las exportaciones de las empresas provinciales, que tienen una de sus grandes bazas en ese capítulo de las ventas al exterior.
En cuanto al empleo, la economía española ha conseguido aumentar el número de ocupados en estos dos últimos años, lo que ha permitido reducir el número de personas desempleadas y, por tanto, la tasa de paro. Aún así, tras la masiva destrucción de empleo en los peores años de la crisis queda mucho que hacer hasta retornar a los niveles precrisis. Esto también se ha podido ver en los datos provinciales de este año, si se hace la comparativa con el 2014 junto con los datos aportados por el Servicio Público de Empleo del pasado mes de septiembre.
Por otro lado, en el ámbito laboral también se debería mencionar que muchos de los empleos creados no presentan la estabilidad adecuada, por lo que hay todavía que esperar a que, a medida que se vaya despejando el panorama económico, la calidad del empleo creado mejore ostensiblemente.
También es de esperar que la situación económica siga mejorando a medida que se restablezca el desequilibrio relativo al elevado endeudamiento que se alcanzó a finales del pasado ciclo económico, marcado por la crisis, y que ha lastrado enormemente la recuperación del país y de la provincia.
