Perú vive una auténtica revolución política, jurídica y social al conocerse la salida de prisión de Fujomori, presidente de Perú durante toda la década de los noventa, un gobernante dictador que fue condenado a 25 años de prisión por corrupción y por crímenes contra la humanidad. Entre esos últimos, las actuaciones del grupo paramilitar Colina, vinculado al ejército, que asesinó a 25 personas en Barrios Altos y La Cantuta. También se acusa a Fujimori, conocido por El Chino por sus orígenes japoneses, de haber ordenado la esterilización obligatoria de miles de mujeres.
De los 25 años, ha cumplido 14 en prisión. Fue indultado por el ex presidente Kuczynsky, indulto que fue revocado por la Corte Suprema y también por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lo que dio paso a una serie de procedimientos entre las distintas instancias judiciales para aplicar el indulto en unos casos y, en otros para impedirlo. Finalmente la actual presidenta Dina Boluarte ha tomado las medidas necesarias para que saliera de la cárcel alegando razones humanitarias. Fujimori, de 85 años, apareció en la puerta de la prisión de Barbadillo visiblemente envejecido, encorvado, acompañado de sus hijos Keiko y Kenji que habían acudido a recogerlo. Keiko ha sido candidata a la presidencia peruana en tres ocasiones, sin éxito.
La población peruana está claramente dividida ante la liberación de Fujimori, lo que se refleja en las calles, donde se suceden las manifestaciones a favor y en contra del ex presidente. Las diferentes instituciones judiciales y fiscalía debaten sobre la situación, con jueces que ven intervención política en las decisiones judiciales y otros que sin embargo que apoyan la decisión de Baluarte dado los años que ha pasado Fujimori en prisión, su grave estado de salud y la imposibilidad de que pueda delinquir.
Esa justificación no convence a los detractores, que afirman que un condenado debe cumplir los años de prisión que han fijado los tribunales y además consideran que la imagen de un Perú que perdona a quien ha cometido crímenes contra la humanidad se deteriora con la decisión de Baluarte de apoyar la excarcelación basándose en el indulto de Kuczynski.
No son buenos tiempos efectivamente para la imagen del país andino. Baluarte cumple este 7 de diciembre un año como presidenta, tras el autogolpe de Pedro Castillo que provocó su relevo inmediato e ingreso en prisión. Castillo se encuentra preso en el penal de Barbadillo, donde se encontraba Fujimori. Considerado el penal de los ex presidente, allí cumplen condena actualmente Alejandro Toledo y Castillo. Ollanta Humala también fue “huésped” del penal, a donde podría regresar porque debe rendir cuentas todavía ante los tribunales de más acusaciones de corrupción.
